La actual tecnología de la desactivación de cilindros que se emplea en los motores V6 y V8 chicos de GM, opera eléctricamente sobre los levantaválvulas (botadores, varillas, etc) para cancelar la mitad de los cilindros, en el caso de los motores V8, y solo dos cilindros tratándose de las unidades V6.
Con esto se logra una economía de hasta un 5% y lo que propone el nuevo sistema DSF, es un formato que podría desactivar los cilindros por orden de encendido, con varias combinaciones entre pares e impares, de acuerdo a la necesidad.
Según la compañía, con esto podría disminuirse el consumo de combustible un 10% adicional a lo conseguido, lo que posibilitaría un 15% de mejoramiento en relación a las unidades que no contaran con sistemas de desactivación.
El sistema DSF está siendo desarrollado por Tula Technology en Silicon Valley, California, empresa que fue formada en 2010 por la propia GM.
Aún no se aclaró si el nuevo sistema reemplazará al anterior o bien trabajará junto con este, aunque se anticipó que podría aparecer en las próximas generaciones de motores V6 y V8 que se presentarán para 2017 y que sus alcances incluirían, desde camiones, hasta los deportivos de las marcas del grupo (Chevrolet Corvette y Camaro), pasando por SUV y otros formatos con tracción trasera.