Varios concesionarios de autos de lujo vinculados a la organización del Miami International Auto Show, que se celebra por noviembre de cada año, están buscando sacar provecho de la llegada de potenciales compradores latinos, junto a las otras tendencias favorables que citamos, para que Miami se convierta en epicentro del ámbito automotor desde una identidad latinoamericana.
La idea es comenzar a trabajar para que el Salón de Miami pueda ponerse a la par de las grandes muestras de EE.UU, que hoy representan los salones de Detroit, Chicago, Los Angeles y Nueva York.
Para lograrlo, Miami, tiene una ventaja natural que ninguno de los otros escenarios consigue: su proximidad y ascendencia sobre la parte centro-sud de América.
Con un aeropuerto que es poco menos que un paso obligado y entrada a los EE.UU para pasajeros de ambas regiones y con un puerto que está siendo dragado para dar lugar a barcos de mayor calado y carga que circularán por la versión ampliada del Canal de Panamá (desde 2015), Miami también se ha convertido en un centro financiero latinoamericano, con muchos bancos de Sudamérica instalando sucursales aquí.
Por otra parte, demográficamente, Miami es un crisol de nacionalidades y grupos étnicos que conviven y alternan cotidianamente, conformando uno de los principales centros del mundo latinoamericano, una ciudad con auténtica identidad de ese origen.

Dos cadenas hispanoparlantes de televisión, programas especiales dedicados al auto, afluencia de periodistas latinos (unos 100 llegaron para la última muestra de Miami) y el citado auge del poder adquisitivo de algunos compradores de Latinoamérica, se suman al interés que han despertado estas señales en los fabricantes de vehículos.
En el último Salón de Miami, por ejemplo, se vendieron dos Pagani Huayra; un portavoz de Hyundai, remarcó lo acertado que había sido exhibir en la muestra a su nuevo Azera; responsables de Ford, declararon que la colectividad hispana se recuperó más rápido de la última recesión que la población en general.
Con estos antecedentes en la mano, el gran desafío para Miami es ganarse un lugar en el abarrotado calendario de muestras, de hecho, el día para la prensa de la edición 2014 del salón fue solo 10 días antes de similar jornada del salón de Los Angeles.

Uno de los primeros pasos con intención de potenciar la muestra de Florida, además de ordenar el calendario, es tentar todavía más a los fabricantes.
Por tal motivo, los organizadores del Salón de Miami, visitarán el de Detroit con intención de inducir a varias marcas para que hagan sus estrenos de modelos en la muestra local.
Según los organizadores, “hablando su mismo idioma, con buenas posibilidades de hacer negocios, difusión garantizada para Latinoamérica, potencial apertura para nuevos mercados al sur del continente, diversión, boutiques y restaurantes, Miami dispone de todos los elementos para concentrar a gran parte de la colectividad latina. Creemos estar en el lugar correcto y en el momento correcto para intentar hacer de nuestra muestra, el auténtico Salón del Automóvil de América Latina”.