Según Cledorvino Bellini, CEO de FCA en Latinoamérica, las últimas exportaciones significativas de vehículos brasileños a Méjico habían sido unas 15.000 unidades en 2010.
Algo que ha vuelto a ocurrir a partir de una mayor debilidad de la unidad monetaria brasileña (real), fenómeno que podría acentuarse en 2015, lo que favorecería todavía más el valor de los productos que se vendieran fuera del país.
Esto podría darle otra dinámica al comercio bilateral en materia de vehículos de las dos economías más grandes de Latinoamérica.
Luego de algunas confrontaciones, a propósito de la oscilación de la balanza comercial entre ambos países con las consecuentes marchas y contramarchas, en la actualidad, la terminal de Brasil impulsa sus productos en busca de puntos de venta para evitar el exceso de capacidad acumulada de su producción local.