Anticipando su presentación oficial en el próximo Salón de Detroit, Audi mostró la nueva generación de su emblemático SUV Q7 que, desde su capacidad para siete pasajeros, ha sufrido una reformulación drástica sin modificar tamaño.
Estéticamente, propone un cambio de acuerdo con los nuevos lineamientos de la marca que creemos no lo favorece, demasiado recargado en cromados en la zona frontal, adopta el nuevo diseño de parrilla con ángulos rectos que no parece ser demasiado elaborada, aunque en este caso, probablemente, responde a los gustos de los mercados a los que está dirigido, sobretodo, el chino.

Sin embargo, la propuesta técnica del modelo es impecable ya que, manteniendo proporciones muy similares a las de la versión anterior, brinda una ganancia de peso notable, con una reducción de 325 kilos, lograda en parte por la adopción de la nueva plataforma modular MLB (más de 70 kilos menos), puertas, portón, techo y capot de aluminio (24 kilos menos), suspensiones y transmisión (100 kilos menos), etc.

A diferencia de otros casos, el nuevo Q7 es cuatro centímetros más corto que la versión anterior (5m09 contra 5m05 del actual) y trae una distancia entreejes que es un centímetro menor que la del modelo precedente (ahora, 2m99), aunque esto no afectó la habitabilidad interior, por el contrario, el nuevo Q7 es más amplio, sobretodo, en lo que respecta al espacio para las piernas de los ocupantes de las segunda y tercera fila de asientos.
Más allá de cualquier especulación, Audi no detalló la oferta de motores y habrá que esperar hasta el debut del modelo en Detroit para conocer las distintas alternativas.