Según informó oportunamente el New York Times, Arizona presentó una demanda contra GM debido a que, “la automotriz puso en riesgo al público mediante el ocultamiento de defectos de seguridad para evitar recalls”.
El procurador general de Arizona, Tom Horne, dijo que las sanciones civiles pueden ser de hasta u$s 10.000 por cada violación, lo que podría sumar unos u$s 3.000 millones, habida cuenta de que entre los recalls de este año de la marca, unos 300.000 estaban registrados en dicho estado, agregando que cientos de miles de propietarios y arrendatarios desprevenidos habían estado conduciendo vehículos inseguros.
Vale recordar, que GM se vio afectada este año por una serie de demandas que la llevaron al retiro de la circulación de 2,6 millones de vehículos de algunas de sus marcas, debido a problemas con el interruptor de encendido que podrían haber hecho que la llave cambie de posición en marcha normal y, con el corte de energía correspondiente, afectar las funciones de airbags, dirección y frenos.

En su reclamo, el estado de Arizona, citó a los interruptores de encendido y otras numerosas piezas de los vehículos, incluyendo, airbags, cableado, luces de freno y cinturones de seguridad.
Si bien muchos defectos fueron detectados en vehículos producidos antes de que GM se hubiera declarado en quiebra en 2009, el procurador Horne, puntualizó que “la nueva GM no nació inocente”, sino que es responsable por haber ocultado los problemas de seguridad apuntados.
GM está llevando adelante un programa de compensación general para los afectados por los problemas ocasionados con el interruptor de encendido, aunque insiste en que no debería enfrentar demandas por los inconvenientes de seguridad en vehículos fabricados antes de 2009.
Arizona también argumentó que habrá que tener en cuenta que los propietarios de vehículos de GM, además, pierden dinero debido a la baja del valor de los citados vehículos.