Un minuto 42 segundos separaron finalmente al Mini de Nasser Al-Attiyah del de Orlando Terranova al cabo de los casi 1.500 kilómetros de especiales de los 2.000 que conformaron el clásico más importante del calendario después del Dakar.
Mínima diferencia que marcó Al Attiyah -sorpresivo integrante de Mini cuando se lo esperaba con Toyota- uno de los cinco mejores pilotos en actividad ante otro, como Terranova, que se postula como candidato para ingresar al selecto grupo.
En una prueba que mantuvo la expectativa hasta los kilómetros finales, donde las diferencia se jugaron durante todo el recorrido en el orden del minuto y medio-dos minutos y donde, solo faltó a la cita Nani Roma, aquejado tempranamente por tres pinchaduras y luego por problemas de caja.
Sin embargo, en el duelo terció Giniel De Villiers, líder de Toyota, en su retorno a la ruta luego del Dakar 2014 y preparando el de 2015, otro de los pilotos de elite que tiene la categoría y el encargado de medir las verdaderas posibilidades de la marca en función de la máxima prueba de la especialidad.

Al tal punto resultó esta una batalla entre los tres que, en el ecuador de la carrera, al cabo de la tercera etapa, lideraba Al-Attiyah, con 40 segundos de ventaja sobre Terranova y 2m17s sobre de Villiers, poniendo respetable luz sobre el resto (el cuarto, Ten-Brinke, estaba a más de 18 minutos…).
Un resto en el que se advertían, los problemas de Roma, el retraso de Lucio Alvarez integrado al Overdrive, el firme trabajo de Van Loon y Ten-Brinke y el auspicioso debut del argentino Nazareno López con una Hilux del South Racing.
Una etapa después, De Villiers sufría con la dirección de su Hilux y entregaba su candidatura, concediendo más de 20 minutos y dejando solo a dos como los máximos aspirantes en ganar el rally marroquí.

Las últimas dos etapas acentuaron la confrontación, a tal punto que, cuando se largó el tramo final de algo más de 110 kilómetros, apenas 15 segundos a favor de Al-Attiyah los separaban (fue penalizado con un minuto al cabo de la quinta etapa).
El resto lo anticipamos, Al-Attiyah, doblegó con lo justo a un Terranova que estuvo a la altura de las circunstancias confrontando de igual a igual, no solo con el qatarí, sino también con De Villiers, magnífico antecedente para el argentino que podría cerrar su actividad pre-Dakar, en la Baja Portalegre (Portugal) a principios de noviembre.

Para rescatar, además de los dos protagonistas excluyentes, la vigencia de De Villiers (a pesar de que los Toyota no parecen estar al nivel de los Mini); la consolidación del holandés Van Loon; la regularidad de Vasilyev, más preocupado por el torneo que por la carrera y la performance estupenda de Nazareno López en su debut en la carrera más importante del calendario después del Dakar.
Solo faltaron a la cita los Peugeot 2008 DKR (Paterhansel, Sainz y Després) que cuando lleguen para el Dakar, seguramente, modificarán parte de los parámetros de lo visto en Marruecos, aunque no todos. De todas formas, al prestigio de Peugeot, la calidad de Peterhansel y Sainz y la expectativa de Després, hay que darle crédito…

En las Motos, las pautas fueron bien claras, la velocidad de Barreda y su Honda frente a la consistencia de Coma y la KTM, enfrascado, no solo en un resultado positivo, sino en la posibilidad de lograr su sexta corona mundial en la especialidad.
Las Honda rodearon a Coma en los primeros tramos, aunque apenas en la segunda etapa, se libraba de su rival más peligroso, cuando una penalización de media hora por exceso de velocidad fuera del tramo cronometrado, canceló las aspiraciones de Barreda.

Sin embargo, otra Honda con Goncalves tomaba la posta y jaqueaba las intenciones de Coma, hasta que un fuerte golpe eliminó al portugués de la disputa con algunos huesos fisurados y allí se alivió la tensión, ya que era un piloto KTM, Sunderland, quien trepó como escolta.
El panorama no podía anticipar otro resultado más que la victoria final de Coma, quien ante el abandono de Goncalves, se coronaba campeón mundial un día antes de finalizar la prueba marroquí.
La victoria fue casi un trámite, sin embargo, Coma y KTM deberán sopesar muy bien el futuro, llámese Dakar 2015, antes un equipo Honda que en Marruecos lució muy fuerte, sobretodo a través de Barreda, Goncalves y algunos parciales del chileno Esquerre (ganó la etapa en que penalizaron a Barreda).

La marca japonesa, está al mejor nivel que tuvo desde su retorno a la especialidad, inclusive hasta un poco por arriba de KTM; aunque así como la velocidad de Barreda marca diferencias con el resto entre las Honda, la marca austríaca tiene en Coma a uno de los mejores exponentes de todos los tiempos. Será un placer volver a verlos enfrentados en enero…
El Rally de Marruecos cumplió una vez más con las expectativas en su carácter de prueba de prestigio excluyente de la especialidad, ya que entregó la mayor emoción, la experiencia más fructífera y el mejor escenario para anticipar el estupendo Dakar que viene…