En el año de su centenario, Dodge sigue celebrando. Sin grandes reuniones, ni fiestas dignas de Hollywood o discursos grandilocuentes, simplemente, recurriendo a su división más extrema –SRT- para lograr “el sedan de producción patentable, más potente y rápido de la historia”.
Así como unas semanas atrás comenzaba a celebrar con el lanzamiento del motor Hellcat de 707 CV, el más potente en la historia de la marca, sobre el muscle-car Challenger, ahora le llegó el turno al Charger…

Sedan que comparte plataforma con los mucho más inocentes Chrysler 300 y Lancia Thema y se convierte en un verdadero monstruo al recibir el mismo motor V8 de 6.2 litros.
Si el Challenger Hellcat impresionaba, a pesar que era lo que se esperaba como auto con músculo que se precia de tal, el Charger, directamente desorienta…

328 km/h; 3s7/10 de 0 a 100 km/h; frenos Brembo con discos delanteros de 390 milímetros y caliper de seis pistones; llantas de 20” calzadas con neumáticos Pirelli P-Zero; motor V8 con 90 kgm de torque y pistones y bielas forjados, cuyos bulones traen un tratamiento superficial al diamante; caja A8 TorqueFlite, capaz de pasar cambios en 150 milisegundos…

Llave negra (hasta 4.000 rpm) y llave roja (707 CV); capot inspirado en el Viper, con entradas y salidas de aire; sistema de sonido Harmon Kardon de 900 watts con 18 parlantes; sistema UConnect con pantalla de 8,4”; cinco modos diferentes de tipo de conducción, además de las dos llaves…
Nadie pudo haberlo dicho mejor que Dodge, “…a veces, hay que crear autos como este solo para seguir siendo quien eres”…