Hasta la llegada del piquetero Solá y sus muchachos (no sé si tan buenos…) lo más urticante que proponía la jornada era la presencia de varias figuras del entretenimiento y la moda, salvaguardados y atendidos en una zona VIP, que hacían acto de presencia y, privilegiados por el anfitrión, eran los adelantados en subirse a la butaca derecha del C-Elysée, con aspavientos propios, no sabemos si de su estelaridad o de su ignorancia en el tema.
Ya había quedado atrás la presentación oficial y conferencia de prensa con los integrantes del equipo –López, Müller y Loeb- encabezados por el DD del equipo, Yves Matton, donde el tetracampeón del mundo de WTCC –Müller- dejó lo más jugoso con un elocuente, “por sus antecedentes, nosotros sabíamos el calibre de piloto que tenía Pechito…”.
Entre choripanes, empanaditas y distintos bocaditos y con la voz del speaker de turno anticipando la estrella que estaba a punto de subirse el C-Elysée, el mediodía se fue haciendo tarde, solo alterado por el sonido del motor del Citroen atronando entre los eucaliptos…

En eso estaba la relajada reunión, cuando Martín Urruty (ESPN), mirando por sobre nuestros hombros, deslizó un inocente, “…uuuyy, mirá a quien invitaron”. Giramos la cabeza para advertir a Solá ingresando a paso vivo acompañado por una persona que traía colgada una escopete tipo Itaca con culata y cañón cortos…
Instantes después, los gritos airados del político (ex menemista, ex duhaldista, ex kristinista, ex narvaísta, actual massista…) que fuera gobernador de la provincia más importante del país y apuntado a repetir por el massismo, se hacían oír ante los responsables de Citroen, la incredulidad de los integrantes del equipo de WTCC, el asombro de los chicos con capacidades diferentes de la Fundación Baccigalupo, que estaban a punto de comenzar a subirse al C-Elysée y el curtido escepticismo de la prensa…

Solá se dirigió hacia el estacionamiento, seguido por la gente de Citroen, y minutos después, mandó a unos de sus custodios cruzar su propio auto personal (Subaru XV) en la recta principal del circuito, impidiendo continuar con la reunión.
A partir de esto, varias frases poco felices del ex gobernador, la mayoría de las cuales desmintió, como corresponde a cualquier político que se precie de tal en Argentina, amenizaron el exabrupto, “…yo tengo más bolas que ustedes, por eso hago lo que quiero”, “la yegua no me entra en celo por el ruido del auto”, “me tienen cansado estos ricachones que siempre hacen lo que quieren”, etc (quizás por esto, quería demostrar que él podía hacer lo que quería sin ser un ricachón, aunque respaldado por escopetas…).

Lo tenso de la situación se mantuvo por largo rato con el “piquete Solá” a pleno que también tenía en David Trezeguet (ex -nº9 de River) y Agustín Orion (arquero de Boca) a otros dos rehenes de la situación.
Repaso obligado para este momento de aparente calma fue el escenario (el Owners Club es propiedad de Carlos De Narváez, hermano de Francisco, ex -aliado de Solá, Federico A.Castillo -Etiqueta Negra- y Leónidas Anadon -Bugatti Réplicas-) y propone un interesante dibujo de 2.4 kilómetros que, regenteado por Vanesa Gervasini, CEO del club, cuenta con todas las habilitaciones y seguros correspondientes.

Cuando el motor del C-Elysée sonó de nuevo, el más avispado del grupo, sugirió, “…se calentó la yegua!...” recordando el problema con el celo del animal, Trezeguet se sacó una foto más antes de subir con Loeb, los chicos de la Fundación volvieron a sonreír y Pechito nos despidió con impecable conclusión, “…es importante estar corriendo allá porque cualquier cosa que haga Citroen o bien el permiso que pueda darme para intervenir en otra prueba, te mantiene en el centro de la escena”.

Las disculpas vía twitter del ex gobernador Solá, sonaron tan huecas como sus argumentos, a partir de que solo se disculpó con los integrantes de la Fundación Baccigalupo, argumentando que ignoraba que estaban allí.
Del resto, ni se ocupó, mejor dicho ya se había ocupado, haciéndonos partícipes de una de las escenas más bochornosas y brutales que vivimos…