La llegada del motor V8 biturbo a la gama Bentley, con consumos mucho más acotados y notable reducción de emisiones de CO2, en relación al original W12, pareció poco menos que cancelar a este, incorporando a la marca a la larga lista de partidarios del downsizing.
Sin embargo, según Paul Jones, director de planificación de producto de la marca, aseguró sobre el modelo Continental GT Speed , “…es cierto que este es el último capítulo del W12, pero no es el capítulo final. Nuestros clientes lo siguen pidiendo…”.

Elocuente perspectiva avalada por un desarrollo del W12/ 6.0 litros que ha ido avanzando hasta llegar a los 635 CV con un fenomenal torque de 83,6 kgm a solo 2.000 rpm y, además, se han reducido sus emisiones unos 50 gr/km de CO2, lo que no es poco considerando de que motor estamos hablando…
Por otra parte, se fabricaron algo más de 70.000 unidades del W12 desde el año 2000 en la planta de Crewe y, actualmente, la factoría tiene una capacidad de producción de 9.000 unidades anuales, lo que confirma el éxito de la motorización y una vigencia que todavía no vislumbra su final.