El hecho, el significado y los protagonistas nos eximen de los comentarios, sin embargo, a menudo es muy enriquecedor recordar…
Recordar que solo nueve años antes, Alemania estaba devastada por la IIª Guerra Mundial y que toda su gloria automovilística de preguerra había quedado poco menos que sepultada bajo toneladas de escombros, provocados por otras tantas toneladas de bombas…
Con ella se habían ido la gran mayoría de los exitosos diseños, ensayos y evoluciones de Mercedes-Benz que habían dado lugar a los legendarios W25, W125, W154, W165…
A fines de 1949, sin embargo, a la par que Juan Manuel Fangio comenzaba a tutearse con el automovilismo internacional, en Mercedes-Benz comenzaba a delinearse otra historia, como si los lápices de los diseñadores comenzaran a escribirla…
Primero fue en Le Mans 1952 con el 300 SL de Lang-Reiss, saga Sport que continuaría con el modelo desarrollado para pruebas de larga duración, proyecto que tendría su veta más civilizada bautizándola con uno de los apodos más famosos de la historia y que llega hasta nuestros días, “Alas de Gaviota”…
Fangio había tenido dos temporadas malas, accidente en Monza ‘52 de por medio, luego de haberse coronado por primera vez en 1951 con Alfa Romeo. Por su parte, la incipiente F1, que había nacido en 1950, vivía un proceso de transición por aquellos tiempos…
Sin embargo, Fangio por un lado y Mercedes por el otro, esperaban 1954 con gran expectativa: la marca, por la vuelta, el balcarceño, por la revancha…
También la F1 pedía revancha, después de haberse refugiado bajo el reglamento de la F2 en 1952-53…
Sin embargo, las primeras carreras mostraban a Fangio ganando en Argentina y Bélgica con Maserati, aunque la historia ya estaba comenzando a tomar otro rumbo…

Así se llegó al G.P. de Francia, en el veloz triángulo carretero de Reims-Gueux de 8,3 kilómetros, cercano a la ciudad homónima cuya majestuosa catedral sirvió históricamente como escenario para coronar a los reyes de Francia y donde, como dijimos, alemanes y aliados firmaron el armisticio que dio por finalizada la IIª Guerra Mundial en 1945…
Precisamente, donde ese 4 de julio de 1954, comenzaba a escribirse otra historia dentro de la historia…
Con Mercedes-Benz debutando en la F1 con el revolucionario W196-R (motor de ocho cilindros en línea, con cigüeñal tipo Wirth que permitía la toma de fuerza desde el medio del motor, comando de válvulas desmodrómico –sin resortes-, inyección de combustible, frenos traseros ubicados a la salida del diferencial, carrocería aerodinámica, etc, etc…)
Con Juan Manuel Fangio debutando con la marca y logrando la pole position a 200,074 km/h el sábado previo a la carrera…
Prueba que no fue solo un trámite, aunque no tuvo más protagonistas que los pilotos Mercedes, Karl Kling (el mismo que había vencido en Le Mans 52), Hans Hermann, que lograría la vuelta más veloz en carrera y quien ya rumbeaba hacia su indiscutible condición de mejor piloto de todos los tiempos, Juan Manuel Fangio…
Que venció por apenas 1/10 al encumbrado Kling, luego de alternarse en el liderazgo durante casi toda la prueba, arrebatándole la victoria al alemán a metros de la llegada y a 186,600 km/h de promedio después de 506,300 kilómetros de carrera…
Así se iniciaba una época gloriosa para marca y piloto, que marcó en forma indeleble a la máxima categoría mundial y de la cual hoy se cumplen sus primeros 60 años…
RD