Peugeot sorprende al mundo-Dakar con un diseño inesperado, pero no por eso menos coherente.
Casi sin tener en cuenta que el último antecedente exitoso de una silueta buggy 4x2 en el Dakar se remonta al año 2000, (cuando Jean Louis Schlesser impusiera su legendario Schlesser Original en Africa), Peugeot basó su decisión en aspectos técnicos no menores a tener en cuenta para tan particular elección.
En principio, el tema del peso, determinante en competición bajo cualquier aspecto. Especialmente en Cross Country Rally, donde se compensa con mayor o menor peso, la elección de un determinado tipo de tracción.

Además, de la mano de la tracción simple ó 4x2, se pueden utilizar neumáticos de mayor tamaño y también se permite un recorrido de suspensiones de casi el doble de largo en relación a un 4x4 (25 centímetros para estos, contra 46 centímetros para los 4x2), en ambos casos, para afrontar con éxito las dificultades que propone el campo-traviesa.
Otra ventaja que Peugeot quiso aprovechar, (bien asesorado por Carlos Sainz, que corrió y ganó el Dakar con un 4x4 y que también participó con un buggy 4x2), fue la posibilidad del inflado-desinflado de los neumáticos ante distintos tipos de superficie, operación que en los buggy 4x2 se permite hacer desde el interior del vehículo, a diferencia de los 4x4, cuyos tripulantes deben hacer esto bajándose del vehículo.

La estructura principal es más convencional, a través de un chasis de caños de sección tubular, con periféricos en fibra de carbono y kevlar que incorpora, en posición trasera-central, un motor V6/ 3.0 litros, turbodiesel, de 24 válvulas, que desarrolla notables 340 CV, pero que impresiona con un torque de 81,5 kgm!.
Sin embargo, ligereza, gomas grandes, largos recorridos de suspensiones y potencia, no garantizan por si solos, agilidad, otro de los puntos a tener en cuenta en una competencia tipo Dakar ó Gran Raid, para lo cual el tamaño si importa…

Por eso, uno de los desafíos más grandes que tuvo este proyecto Peugeot-Dakar fue integrar todo este conjunto en una silueta contenida, lo que finalmente se logró con gran ingenio y racionalidad donde, además, había que incluir un tanque de combustible de 400 litros!!!...
El 2008 DKR mide poco más de cuatro metros (4.099 mm), tiene una distancia entre ejes de 2m80, un ancho máximo de 2m00 y una altura de 1m92, medidas que, a instancias de Sainz, deberían de conferirle una agilidad digna de un auto del WRC.

Todo está muy bien y en orden, sin embargo, la realidad de la competencia es el verdadero parámetro de evaluación tanto de este como de cualquier otro ensayo. Recién cuando el 2008 DKR transite satisfactoriamente en competición por los pedregosos rumbos marroquíes, las estribaciones arenosas del Teneré o los bajíos de los caminos de Aragón, lanzará su candidatura para la máxima prueba para la que fue creado: tratar de ganar el Dakar.