El bautismo del nuevo Rolls Royce SUV es consecuente con la imagen que se pretende para el vehículo: será el máximo exponente de la marca.
Precisamente, como lo fue el citado diamante, cuyo peso alcanzó los 600 gramos (unos 3.000 quilates) y del que una vez tallado, se obtuvieron un total de 150 brillantes que fueron ordenados y bautizados de acuerdo a su peso.
Una forma de ir poniendo en clima a todas las especulaciones sobre un modelo que será, sin duda, una gran atracción para el particular mundo del lujo y la exquisitez.

Sin embargo, esta búsqueda por darle brillo a cualquier referencia sobre el nuevo modelo quizás tenga una vida acotada, ya que la vigencia del nombre Cullinan está determinada por el bautismo oficial del modelo, debido a que se trata exclusivamente del nombre-código del SUV de la marca.
No obstante, la ocasión sirvió para que se conocieran algunos detalles más sobre el nuevo Rolls Royce.
Se supo, por ejemplo, que la marca tiene previsto construir unos 2.000 ejemplares, destinados en su mayoría a China, Rusia y Oriente Medio, tendrá una plataforma de aluminio-carbono que compartirá con el próximo Ghost y el Serie 9 de BMW y montará un motor de 6.6 litros, que también equipará a una versión plug-in híbrida.