Opinión G.P DE CANADÁ

LA GRAN CARRERA QUE LA F1 DEB?

08/06/2014. Seguramente, nadie se acordó de las narices feas, ni del ruido a lavarropas de los motores, al paso de la F1 por el circuito de la Isla de Notre Dame. Tal como lo anticipamos, la categoría debía de asentarse para comenzar a mostrar su verdadero potencial y en Canadá pareció haberlo logrado. Cuando los Mercedes de Rosberg y Hamilton comenzaron a flaquear, allí estaban los Red Bull de Ricciardo y Vettel batallando con los Williams y Force India, todos en cerrado grupo que a 20 vueltas del final le puso un toque de incertidumbre que la categoría no tenía desde hace mucho tiempo. Y que se consumó con el triunfo de una de las revelaciones del año, Daniel Ricciardo, graduándose en base a puro talento.


Ricciardo, Pérez, Vettel y Massa, en cerrado pelotón y a la caza de Rosberg, solo el australiano lo superaría?

Gran carrera de la F1, algo que creímos que iba a llevar más tiempo y que, sin embargo, se consumó en la séptima competencia del año que, en este caso, también era la séptima prueba que debía rendir el nuevo reglamento implementado este año.
Desde que se inició la temporada, venimos insistiendo con que “a la F1 hay que esperarla” y hoy, felizmente, cumplió con lo que el potencial del nuevo reglamento sugería.
Si bien el dominio de Mercedes-Benz subsiste, y seguramente volverá a manifestarse, es indudable que el parque de la categoría se ha consolidado y ganado tanto en performance pura como en confiabilidad, algo que podría sintetizarse con el rendimiento de Force India y Williams y el retorno de Red Bull a los primeros lugares, lo que brinda, al menos media docena de pilotos abonados a una segunda línea muy competitiva, luego de los Mercedes de Rosberg y Hamilton.
Solo faltan a la cita Ferrari y McLaren, toda una ironía, a partir de que son los equipos más prestigiosos y laureados de la categoría, aunque cuando esto suceda, será el momento de comenzar a ver a esta nueva F1 como merece.

Vettel ?baña? en champán a su compañero Ricciardo en su primera victoria en la F1?

Adecuada a los tiempos que corren, tecnológicamente hablando, la categoría todavía debe consolidar varios detalles, pero de una cosa estamos seguros, está en el camino correcto.
No sabemos si las carreras futuras serán similares a este GP de Canadá, aunque sería bueno que al menos demuestren que la categoría tiene el potencial para que lo ocurrido en el Gilles Villeneuve no sea una excepción y que puede volver a suceder en cualquier momento.
Es más, personalmente, no acuerdo con la mayoría que piensa que la categoría debe rendir “examen de espectáculo” constantemente, creo que la especialidad que consagra al mejor piloto del mundo, debe de ser la quintaesencia del deporte motor y nada más, si es con espectáculo, mejor, pero si esto no ocurre, habrá que esperar la próxima….
Parte de ese espíritu que espero de la máxima categoría mundial, fue lo que se vivió hoy en el GP de Canadá.
A tal punto que cuando faltaban 20 de las 70 vueltas que comprendió la carrera, había cuatro pilotos en condiciones de ganar (Rosberg, Perez, Ricciardo y Vettel), separados por cuatro o cinco segundos de otro pelotón que iba por ellos (Hulkenberg, Bottas, Massa y Alonso).

El Williams de Massa por delante y el Force India de Pérez por detrás, pasan ?a mil? rumbo a estrellarse, ante un sorprendido Vettel (a bordo del Red Bull con toma dinámica amarilla) que no atina a nada?

Es cierto que hasta ese punto, el dominio de Mercedes había sido tal cual las seis primeras carreras del año –abrumador- pero a diferencia de estas, la batalla entre Rosberg y Hamilton era intensa y se jugaba férreamente en el plano estratégico, aunque el grupo perseguidor era más consistente y aguerrido.
Al punto que cuando los Flecha de Plata comenzaron a penar con frenos y pérdida de potencia, rápidamente los alcanzaron y comenzaron a disputarse no solo el último acceso al podio (máximo premio para los no-Mercedes hasta ahora) sino el liderazgo de la prueba.
A 10 giros del final, el grupo puntero ascendió a cinco integrantes, con Massa y su Williams acoplados luego de memorable remontada, y allí entre desesperación y ambiciones se jugó el destino de este emocionante GP canadiense.
En estupenda maniobra, Ricciardo demostró porqué es la revelación del año, Rosberg pensó en los 18 puntos del segundo lugar y el campeonato, Vettel en que debería seguir abonado al podio y Perez y Massa, entre fatigas mecánicas y fallas humanas, se envolvieron en un accidente espectacular que, sin consecuencias para ambos, no hizo más que ponerle un broche dramático a la que por lejos fue la mejor carrera del año y de los últimos tiempos. Que se repita.
RD

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