La nueva marca de VW tendría cierta similitud con Dacia y producirá un vehículo urbano y económico, cuyo concepto y diseño ya se encuentran aprobados.
Tal como la marca económica del grupo Renault-Nissan, esta nueva división de VW se orientará hacia mercados emergentes y casi la totalidad de sus componentes se fabricarán en China.
Ese mismo escenario será el campo de acción inmediato para la nueva marca, cuyo primer lanzamiento debería tener lugar en 2016, a partir de lo cual tentaría otros mercados del mundo (India, Latinoamérica, Europa del Este, la zona del Mar Báltico y Africa).
El proyecto, que ya tiene luz verde en VW, no avanzó con la misma intensidad con que se inició debido, principalmente, a una cuestión de costos en relación a los altos estándares de calidad que se pretendían para el producto final, lo que, sin dudas, es el mayor reto a enfrentar por parte de la división I+D del grupo alemán.

No obstante, el lanzamiento de una nueva marca, está por encima de los inconvenientes que puede plantear cualquier modelo y si bien en este caso ambas acciones están absolutamente hermanadas, la idea es que la marca siga siendo, a partir de este vehículo de bajo costo, una plataforma para mantener la filosofía con que irrumpirá en el mercado.
Más allá de estos inconvenientes operativos, la decisión sigue firme a partir de que, la viabilidad del proyecto general, sería el argumento más sólido para mantener las aspiraciones de VW por convertirse en el mayor fabricante del mundo en 2018 destronando a Toyota.