El restyling del Ford Focus se centró sobre lo que es su verdadero documento de identidad el sector frontal, que recupera una parrilla alineada con el resto de la gama (Fiesta, Mondeo, B-Max, etc) y un nuevo el capot con dos marcadas nervaduras centrales, con una fuerte inspiración Aston Martin.
También fue reformulado el sector trasero con un portón trasero de líneas más suaves y agradables, al cual se lo nota muy elaborado desde el punto de vista estético, impecablemente integrado al diseño general.


En el interior, el diseño es bastante similar al actual, aunque se perciben elementos de mayor calidad y con una consola central que agrupa mayor cantidad de comandos para las respectivas funciones, incluyendo una pantalla táctil de mayor tamaño.
Anticipos, todos estos, que seguramente se complementarán con otros de aspectos mecánicos que se conocerán no bien el nuevo Focus sea presentado en Ginebra.