La fórmula elegida por VW para relanzar a su cupé de seis años Scirocco fue una serie de cambios menores que tuvieron que ver con, leves retoques estéticos, superior calidad en el interior y la incorporación de la nueva gama de motores EA888 de cuatro cilindros, turbo, nafteros, de 2.0 litros, incluyendo una versión de 280 CV destinado al Scirocco R (básicamente, el mismo motor que le presentamos hace algunos días atrás, montado sobre el dinámico Audi S1 Sportback).
El nuevo Scirocco difiere del anterior en su paragolpes delantero, una parrilla rediseñada, nuevas ópticas delanteras bi-xenón, luces LED traseras, un nuevo mecanismo de apertura de portón trasero -incorporado al logo VW-, paragolpes trasero reformulado y nuevo difusor inferior.
Las versiones estándar sigue utilizando llantas de 17”, no obstante, los usuarios pueden elegir por unidades de 18” y 19”, con diversos diseños, colores y terminaciones.


Los cambios siguen en el interior, con nuevo instrumental inspirado en el GTi y, homenajeando al modelo original (lanzado hace 40 años en el Salón de Ginebra 1974) incorpora un set adicional con relojes de, presión del turbo, temperatura de aceite y cronómetro.
Sin embargo, el cambio más destacado es en materia de motores, sobre todo, a partir de la incorporación del nuevo EA888 de 2.0 litros, en lo que tiene que ver con potencia y eficiencia.
La gama arranca con el conocido 1.4 litros, que en Argentina equipa a una de las dos versiones que comercializa la filial de VW , de 125 CV, y luego, el 2.0/EA888 citado con potencias de 180, 220 y 280 CV, siendo este último destinado a la versión “R”, con una ganancia de 15 CV en relación al anterior 2.0/EA113.


Junto con estos nafteros, habrá unidades turbodiesel common rail, también de 2.0 litros con 150 y 185 CV.
Los usuarios podrán elegir entre cajas M6, de serie en la versión 1.4, y como opción otra AS6 con doble embrague.
Ambas variantes incorporan start&stop, sistema de recuperación de energía en frenada y no está prevista la incorporación de tracción integral, manteniendo tracción delantera.
Algunas cifras brindadas por el fabricante destacan, en la versión naftera de 2.0/180 CV, un ahorro de combustible del orden del 19% respecto a su predecesor y bajas emisiones de CO2 en el orden de los 125 gr/km.