Las pick up medianas han comenzado a imponer su presencia en los EE.UU, el mercado más grande del mundo para este tipo de vehículos.
Paralelamente, en el mismo escenario, las motorizaciones diesel de última generación han comenzado a hacer su propio camino, avaladas por economía de combustible y autonomía superior, y prestaciones muy cercanas a sus parientes nafteras.
Era inevitable que ambas posibilidades se encontraran y si bien esta alternativa comenzó tímidamente, cada vez más, ambas corrientes van tomando intensidad.

Prueba palpable de esto, es la presentación de una versión deportiva bautizada Diesel Runner de la pick up Nissan Frontier, equipada con un motor Cummins cuatro cilindros, 2.8 litros, turbodiesel, de casi 200 CV que, en principio, mejora todas las posibilidades respecto a los propulsores que equiparon previamente a la citada silueta: potencia satisfactoria y un incremento en la economía de alrededor del 35% en relación a la misma pick up versión 2014, equipada con motor V6 naftero y tracción 4x2.

El nuevo motor va acoplado a una caja ZF 8HP70, similar a la A8 utilizada en algunos modelos RAM, en este caso con tracción trasera.
Esta presentación del motor Cummins 2.8 tdi sobre la Nissan Frontier 2014, ocurre seis meses después del anuncio de ambas partes respecto a la incorporación de motores Cummins V8/5.0 tdi sobre la futura generación de la Titan, la pick up grande de Nissan para el mercado americano.