“TODOS LOS CAMINOS CONDUCEN A…ROMA!”
16/01/2014. La añeja sentencia cobra vigencia cuando la coincidencia hace que este sea el apellido del inevitable vencedor de la carrera. Una victoria sugerida por el jefe del equipo Mini, Sven Qandt quien, según el propio Peterhansel, ??nos pidió que no asumiéramos más riesgos?. La alternativa cancela la posibilidad de que este sea uno de los Dakar más disputados de la historia, replantea el tema de las órdenes de equipo y abre las especulaciones sobre la partida de Mr.Dakar hacia otros rumbos (¿PSA Peugeot-Citroen?). Quien sacó mejor rédito de la situación y de un golpe sobre el final del líder del parcial, Al-Attiyah, fue un veloz Orly Terranova, que finalmente se quedó con el parcial. Gran batalla entre los Camiones con Karginov tomando el liderazgo. Coma ganó la etapa, lo penalizaron, pero sigue cómodo en punta. Lo mismo que Casale, más líder que nunca ante el abandono de Lafuente.
Las órdenes de equipo o sugerencias son, en la mayoría de los casos, hasta entendibles, pero convengamos que no caen muy simpáticas.
La definición del Dakar trajo aparejado algo similar a partir de las declaraciones de Stephane Peterhansel, hoy antes de la largada de la 11ª etapa, cuando entre otras frases concluyó, “…si Mini quiere poner tres autos en el podio, al ritmo al que venimos en la punta de la carrera, se pueden perder uno o dos autos en un solo día. Sabíamos que podía ocurrir, pero no esperábamos una consigna así…”.
Ambigua reflexión que, por un lado, hace saber de su comprensión de la situación y, por otro, se queja de la decisión final del jefe de Mini, Qandt, respecto a que “…no asumieran más riesgos”.
Entendible actitud del equipo ante el riesgo que corría una carrera con tres de sus pilotos liderando y corriendo desbocados tratando de ganarse entre ellos.
Entendible planteo de Peterhansel, quien luego de demostrar en esta prueba su altísimo nivel de competencia (precisamente, lo que se le pide a un piloto profesional), se ve frustrado por la conveniencia del equipo…o vaya a saber.
Ambas posiciones son atendibles, sin embargo, hay un tercer protagonista en el cual, pese a que siempre suele ponérselo como objetivo principal de la actividad, muy poco se piensa ante situaciones como estas: el público.
Quien vuelca su pasión en la ruta, apoya, suma, brinda el marco que equipos y pilotos valoran, conmueve y, desde el desinterés más absoluto, con su presencia promueve la magnificencia que todos ponderan y que, desde lo deportivo, en estos casos se lleva muy poco.
O sea, entendemos todas las situaciones, pero creemos que las carreras de autos son, o debieran ser, principalmente, para la gente, pero no solo para especular con “grandes espectáculos” tal como acostumbra la nueva generación de dirigentes, sino para mostrarles, también, la verdadera esencia de esta maravillosa actividad, contribuir a que la misma siga vigente y, en definitiva, educar a través del deporte.
Quizás, cuando el tiempo pase, este incidente será recordado como “el principio del fin” de la relación entre Peterhansel y el equipo Mini, habida cuenta de que todo indica que en la próxima temporada, podría ser Citroen o Peugeot, quien tuviera entre sus pilotos al fenomenal Mr.Dakar.
Y hasta permite pensar que todo pudo haberse desencadenado, precisamente, porque el vínculo entre alguna de las marcas de PSA y Peterhansel, va rumbo a convertirse en un hecho.
En el aspecto deportivo, la etapa trajo el primer triunfo de Orly Terranova en un parcial.
Una victoria que llegó sobre el final, cuando Al-Attiyah, que había punteado durante todo el tramo, golpeó fuerte su Mini contra una piedra y rompió parte de la suspensión (¿cómo?, ¿no era que no había que asumir más riesgos…?).
Allí, el qatarí (quien acompañó las declaraciones de Peterhansel respecto a lasugerenciade Qandt) perdió toda posibilidad de acercarse a la punta y entregó la victoria parcial de la etapa a un Terranova que estuvo “en el lugar indicado y en el momento justo”, porque más allá de cualquier especulación sobre planteos previos, el mendocino venía a buen ritmo luego de arrebatarle el cuarto lugar a De Villiers y quería poner distancia respecto a este en un escenario favorable.
Un triunfo que llevó a Terranova, no solo a despegarse del sudafricano, sino a quedar muy cerca del propio Al-Attiyah (algo más de siete minutos) quien ocupa el último escalón del podio.
Poco más podría elaborarse a partir de este replanteo de la carrera, con Al-Attiyah y su auto golpeado, Peterhansel corriendo a otro ritmo, Roma consolidado atrás de Terranova y De Villiers impotente, se notó un buen repunte de Villagra (7º) y Alvarez (8º) y poco más en los puestos protagónicos.
La situación generada en el seno del equipo X-raid, enrareció una carrera que venía para brillante y todo hace suponer que finalizará bastante opaca…
Entre los Cuatri, lo adelantábamos, la definición llegó poco menos que “por nocaut”, fue cuando el motor del Raptor de Lafuente no quiso más y su abandono dejó al chileno Casale mucho más dueño de la situación que antes.
Ahora, lo escolta Rafal Sonik a más de una hora, demasiado tiempo y faltando demasiado poco para finalizar, esto es casi una sentencia de que un nuevo piloto de la Región será coronado en el Dakar 2014, siempre y cuando no prospere la penalización que se le aplicaría a Casale si se comprobara que, junto con Lafuente, procedieron a un cambio antirreglamentario de neumáticos en el último tramo de la etapa maratón que llevó la carrera a Bolivia.
Y siguiendo con las penas, una penalización de 15 minutos en la etapa (que podría deberse a un exceso de velocidad en tramo controlado o bien, un cambio de motor inesperado) le quitó a Marc Coma una victoria parcial que había conseguido en los tiempos netos, aunque nada parece detener la marcha de catalán hacia su cuarto Dakar.
Es obvio su accionar certero, preciso y con ritmo imperturbable que, a menudo lo lleva, o a ganar o a ser protagonista en todas las etapas.
La pena, hizo que la diferencia con Barreda Bort, que sigue a sus espaldas, se achicara a poco más de 37 minutos algo que, tal como decíamos ayer, solo lo proponemos como definitorio por el calibre de quien la tiene a su favor, más que por la ventaja en si misma.
Poco por discutir, salvo en lo que refiere al ganador de hoy, Cyril Després, que sin llamar la atención está sexto y a tiro de alcanzar al quinto, justo premio para quien, con Coma, es referente absoluto de la división Motos.
Donde las cosas no están tan tranquilas es entre los Camiones.
Finalmente, Karginov quebró a De Rooy que, a pesar de su “velocidad controlada” hoy pagó de más con una goma rota que ayudó al atrevimiento del nuevo líder de la carrera.
Los papeles se invirtieron radicalmente, ahora es el ruso de Kamaz quien comanda con poco menos de ocho minutos sobre el Iveco de De Rooy, poca diferencia para asegurar nada, aunque creemos que el tema pasará por las actitudes más que por la mecánica.
Karginov arriesgó todo y alcanzó lo que quería, De Rooy no estuvo dispuesto a entregar lo mismo para cuidar lo que tenía; de mantenerse, una de estas dos teorías será la que corone al ganador del Dakar, en lo que prometa ser la definición más espectacular que los Camiones hayan brindado en los últimos tiempos.
En medio de tanta confusión y dudosas artes, una carrera como el Dakar, al menos, se merecía esto…