Luego de largas negociaciones y muchas idas y venidas, finalmente, Fiat compró el 41,5% que le faltaba para adueñarse por completo de Chrysler.
La marca italiana pagará u$s 1.700 millones en efectivo por la operación y los algo más de 1.800 millones que faltan, se abonarán como dividendos obtenidos de las cuentas de la propia Chrysler.
Todavía no hay declaraciones oficiales de los involucrados en la operación, aunque las primeras impresiones sugieren que esto significará un gran avance de la alianza ítalo-americana, ya que de esta manera se podrán consumar varios proyectos que estaban frenados por la indefinición respecto al futuro de Chrysler.
Por de pronto, a partir de firmado el acuerdo, Fiat tendrá acceso a la liquidez acumulada en las cuentas de Chrysler lo que, entre otras cosas, destrabaría el tan sonado relanzamiento de Alfa Romeo en EE.UU.