A los 47 años, el andorrano Albert Llovera está donde quiso estar: a pocos días de largar el Dakar 2014, el motivo de sus desvelos en los últimos tres años.
Desde Rosario, comenzará a escribirse un nuevo capítulo en la azarosa vida que Albert lleva adelante en base a su ilimitada confianza en si mismo…
Muy atrás, quedó uno de los primeros: el haber sido el atleta más joven que participó en los Juegos Olímpicos de Sarajevo 1984, a los 17 años.
Un año después, otro capítulo, no tan grato, aunque increíblemente desafiante, dobló la apuesta del destino: cuando participando en la European Ski Cup, también en Sarajevo, sufrió un serio accidente que lo confinó a una silla de ruedas.
Desde ese momento, los capítulos no se detuvieron, incesantes, como la vida misma…

Comenzó a correr en Quads en España.
Luego hizo lo propio en rally utilizando comandos especiales adaptados a su condición.
La actividad coronó sus esfuerzos con el tercer lugar en el campeonato español de la especialidad, recién en 2012.
Aunque superó la vara: ese mismo año fue campeón español en el Grupo “N” en Rallies de Tierra.
Pero Albert Llovera quería completar un capítulo que había quedado inconcluso en tierra mauritana cuando el chasis de su Isuzu cedió obligándolo a abandonar el Dakar 2007…

“Por tres años estuve trabajando para llevar adelante el proyecto de mi vuelta al Dakar. Fue el objetivo más importante…”.
En eso estaba cuando se cruzó con Nasser Al-Attiyah.
“Nasser creyó en mis posibilidades y su ayuda, en todo sentido, fue decisiva para que este proyecto siguiera adelante. Esta es la principal razón por la que correré con los colores de Qatar, el país de origen de Nasser”.
“Hicimos un acuerdo durante los Juegos Olímpicos de Londres. Luego me encontré con él en la presentación del Dakar en París, donde también logré el apoyo de Carlos Sainz y Cyril Despres, que dieron un nuevo impulso para que el proyecto fuera realidad”.

Una realidad que se consumó en la silueta de un buggy Optimus de MD, preparado en Francia por MD Rallysport, que cuenta con motor Chevrolet V8/6.2 litros, tracción simple, unos 1.400 kilos en orden de largada y el número 352 estampado en laterales y capot.
“El buggy es un gran vehículo, pero con un habitáculo chico, me tendré que adaptar a él…”
Después de todo lo que consiguió, creemos que esta última dificultad será casi un pasatiempo para Albert Llovera. Que quizás algo incómodo, largará el Dakar 2014 dispuesto a escribir un nuevo capítulo que podrá plasmar en algunas páginas de un nuevo libro, aunque creemos que el más importante es el que escribirá sobre su propia vida.