Nadie puede negar la eficacia del sistema CVT y sus infinitas posibilidades a partir de la constante variación de marchas de acuerdo con el régimen del motor.
Sin embargo, este sistema que roza la perfección en su función, nos priva de uno de los pocos placeres que van quedando en los cada vez más “espaciales” vehículos modernos: el de sentir el cambio de marchas.
Conscientes de esto, los fabricantes intentan por todos los medios de aproximarse al ideal que propone el sistema CVT, tratando de no perder esa sensación que tiene que ver con el tacto de la conducción, uno de los factores que, todavía, convierten en placer el hecho de manejar.
Solo así, se justifica esta nueva aproximación que propone la caja de cambios ZF A9 que Land Rover presenta en el Range Rover Evoque versión 2014.
Pero para tratar de acercarse aún más al formato de “cambio ideal” que identifica al sistema CVT, la marca suma otros esquemas complementarios de transmisión, con funciones tan o más sutiles que el propio sistema de cambio variable.

Propone un símil diferencial autoblocante trasero para repartir el par entre ambas ruedas que, auxiliado por un sistema EBD (repartidor electrónico de frenado) optimiza la estabilidad y agiliza el tránsito por curva.
Estrena, en las variantes con tracción integral, un sistema bautizado Active Driveline, cuya misión es desacoplar automáticamente el tren trasero a velocidades superiores a las 20 millas por hora (unos 32 km/h), siempre y cuando las condiciones del piso por el que se transita sean aceptables desde el punto de vista de la adherencia, lo que en condiciones ideales redunda en una sensible reducción del consumo de combustible.
El Evoque 2014 presenta también otras ayudas a la conducción, como nuevos controles de crucero adaptativo y de estacionamiento automatizado, lector de señales de tránsito y alarma de cambio involuntario de carril.
Quedan para el final, después de tamaña avalancha de tan sofisticados sistemas, detalles que en el caso de este Range Rover Evoque, al parecer, han pasado a un segundo plano.

Una nueva estética en la parte frontal y otros sutiles cambios en su silueta en general, junto con un nuevo diseño de las llantas.
Las motorizaciones seguirán, por el momento, siendo las mismas que se conocen en versiones previas: diesel entre 150 y 190 CV y una naftera de 245 CV.
Por lo enunciado, el nuevo Evoque 2014 propone sistemas que nos llevan a pensar que, la cantidad de ayudas a la conducción, están convirtiendo a los vehículos en poco menos que “alfombras mágicas”, perfeccionando, el mero hecho de transportarse, hasta límites insospechados, al menos, muy por encima del disfrute de la conducción…