“Estoy sorprendido, es superior a lo que manejé, muy ligero de llevar, ágil y con buena respuesta, podremos hacer buenas cosas con él”, casi sin sonrojarse, el varias veces campeón del WTCC, actual líder del torneo ecuménico y flamante incorporación del equipo Citroen, Ivan Muller, sintetizó su opinión sobre el nuevo C-Elysée, luego de las primeras vueltas con el modelo que representará a la marca francesa en el mundial de Turismo 2014.
Dichas pruebas se realizaron en el circuito de Val de Vienne, luego de lo cual, el equipo, al cual se sumó el propio Sebastien Loeb, se trasladó al Paul Ricard, circuito marsellés, con envergadura de Grado 2 internacional que supiera albergar a la F1, donde el carácter de los ensayos fue bastante más que el shakedown inicial.

Al cabo de los mismos, hubo satisfacción general y un prudente optimismo por parte del múltiple campeón mundial de rally, lo que, conociendo su habitual mesura, permite suponer un rendimiento más que aceptable.
Sumándose a la expectativa general, Frederic Banzet, director general de Citroen, enterado de estos resultados y todavía emocionado cotejando los 30.000 pedidos que ya registra el C-Elysée en distintos mercados, le puso todavía más énfasis a la tendencia del grupo: “Es un buen augurio que demuestra la firmeza de nuestra vocación de usar la competición como apoyo activo a nuestro desarrollo comercial. Con carreras en Marruecos, gran parte de Europa y Latinoamérica, incursionaremos en un campeonato verdaderamente mundial y la presencia allí del C-Elysée supone un gran aporte para la gestión de un modelo que será clave en nuestro crecimiento”.