Para Giniel De Villiers, su actividad comenzó a incrementarse desde que hace poco más de un mes atrás, se presentara en el Festival de Goodwood con su Hilux del Dakar donde, entre distintas exhibiciones y reuniones, participó en la clásica “trepada a la colina” que bordea la mansión de Lord March.
Allí, el sudafricano finalizó cuarto con su Toyota de casi dos toneladas y 350 CV, frente a autos de rally casi tan potentes como la chata del africano, aunque sensiblemente más livianos.
Retornado a Johannesburg, está siguiendo atentamente los últimos pasos de la preparación de su nueva pick up en las instalaciones del Toyota Motorsport’s Barbecue Downs, cerca de Kyalami, y no bien terminados estos, viajará poniendo proa al vecino Namibia, donde iniciará los ensayos del nuevo vehículo con miras al Dakar 2014.

A propósito de la preparación del nuevo vehículo, Glyn Hall, responsable máximo del Toyota Imperial South Africa Team apuntó, “ hemos tenido muy en cuenta lo que aprendimos en los últimos dos Dakar, el nuevo vehículo seguirá usando suspensión independiente atrás y tendrá otros cambios para hacerlo más potente. El reglamento requiere utilizar un motor de serie y nuestro V8/5.0 litros se mostró muy confiable y rendidor, pero debemos hacerlo más potente para que el conjunto sea más veloz frente a nuestros rivales con motores turbocomprimidos”.
Aquí tienen ustedes, el motivo principal de estas pruebas que el grupo sudafricano realizará por estos días en el temible desierto de Namib; con Giniel De Villiers a la cabeza, secundado por su nuevo compañero de equipo, Leeroy Poulter, quien de esta forma comenzará hacer su propia historia con el Dakar.