No es novedad que Nick Mason, legendario baterista de uno de los grupos más importantes de rock del mundo, Pink Floyd, es un eximio músico y compositor.
Y si bien su faceta como coleccionista de autos se destacó después de sus éxitos musicales, nadie puede negar que, en Mason, aquello se manifestó con la misma pasión que pone al servicio de su batería y sus palos.
Nick ama tanto la música como los autos y la velocidad, algo que se refleja esporádicamente, cuando manda la ocasión…
Desde su autoría de un par de libros escritos al respecto en 1998 y 2010, en uno de los cuales habla sobre,”…22 autos clásicos que dieron forma a un siglo del deporte motor”, hasta cuatro participaciones en Le Mans a fines de los 70 y principios de los 80, Mason alternó los sonidos de su música con los que brotaban de los escapes…

También fue sexto sobre 240 participantes en la reedición 91 de la Carrera Panamericana de México con un Jaguar “C” y siempre que puede le saca lustre a la historia sobre alguno de los ejemplares de su colección.
Rumbo a los 70 años (27-01-44) mantiene una colección envidiable de autos, donde no faltan, Ferrari 250 GTO, Maserati 250F, Bugatti T35, Aston Martin LM, Mc Laren F1, Ford T y hasta una Ferrari 312 T3 de 1978 que utilizara Gilles Villeneuve en su primer año completo en la F1.

Antecedentes y autos que conforman una carta de presentación intachable de Mason, tanto como para que sea figura obligada en cada edición del Festival de la velocidad de Goodwood.
Allí, tal como viene siendo en los últimos años, Mason fue invitado oficialmente a asistir por Audi Tradition, la división encargada de mantener el patrimonio histórico de la marca, integrando un singular equipo de leyendas de dos pies y cuatro ruedas…o más.

Para la vigésima edición del Festival de la Velocidad de Goodwood, Audi llevó entre otros modelos, a tres que requirieron especial atención. El Auto Union C-Type de 1936 (V16) con el cual la marca se destacó en pruebas de trepada usando en el tren trasero ruedas duales, el Rally quattro A2 que coronara hace 30 años a Hannu Mikkola, campeón mundial de rally 1983 y el Audi quattro 200 que se utilizó por primera vez con gran éxito hace 25 años en la categoría americana Trans Am.

A Mason lo acompañaron, el propio Mikkola y su navegante de aquella época, Arne Herz, poco menos que convertidos en “dueños” de estos dos últimos ejemplares, lo que no impidió que el inquieto músico se subiera a cuanto Audi o Auto Union tuviera una butaca vacía.
Demostrando, una vez más, que sus sentimientos siguen tan intactos, tanto en cada solo de batería, como cuando acelera algunos de esos autos…