Deporte 24 HORAS DE LE MANS

“¡PRIMERA DOCENA…!”

23/06/2013. ?Cantó la ruleta de la edición ?90Años? de Le Mans, que tuvo de todo: lluvia, salidas de pista, choques, 11 ingresos del auto de seguridad, el accidente fatal de Simonsen y cambios de escena dramáticos, antes de entregar la duodécima victoria de Audi en el clásico. En este escenario, Duval-Kristensen-Mc Nish en el R18 e-tron quattro nº2 doblegaron por una vuelta la férrea oposición de Toyota, logrando el danés de Audi su novena victoria en el clásico francés. Defeccionaron los Aston Martin y aparecieron los Porsche en GTE y el Oreca-Nisan del Pecom Racing terminó 5º en LMP2.


Se larga la edición "90Años" de las 24 Horas con primera fila completa para Audi...

Lo anticipado, a todo lo que normalmente imponen las 24 Horas de Le Mans, en cuanto a exigencia y esfuerzo para hombres y máquinas, esta edición “90Años”, le agregó una cuota de alternativas que hicieron de ésta una de las ediciones más accidentadas y dramáticas.
El primero de ellos a cargo de la lluvia que, con su presencia intermitente a lo largo de toda la prueba, le puso una cuota de incertidumbre y multiplicó el factor de riesgo habitual de cualquier carrera, por la exigencia citada.
Así fue como, apenas disputadas dos vueltas, se produjo el accidente del danés Allan Simonsen, quien estrelló violentamente su Aston Martin Vantage contra el guard rail de Tertre Rouge, falleciendo a poco de producirse el accidente por múltiples lesiones.

El Porsche 911 RSR de Lieb-Lietz-Dumas en la noche, fué vencedor en GTE Pro...

El desgraciado accidente, hizo que la prueba estuviera neutralizada por espacio de 58 minutos para reparar el guard rail destrozado, tiempo que, sumado a los otros diez intervalos bajo banderas de precaución que tuvo la prueba, hicieron que al final, el tiempo total de neutralización fuera de…cinco horas y 27 minutos!!!.
Y los motivos fueron los más variados: choques y reparaciones, lluvia fuerte, pista excesivamente sucia, trompos, etc
Lo que se dice una verdadera prueba de resistencia contra reloj y al máximo nivel.

Baguette-Gonzalez-Plowman (Morgan-Nissan), realizaron consistente trabajo para ganar en LMP2.

Un nivel que rayó bien alto en materia de competidores, con Audi y Toyota librando la batalla en medio de un planteo tan viejo como el automovilismo: ¿ir más rápido o parar menos?.
Esa fue la alternativa que, un poco por la tecnología de sus respectivos autos y otro poco por el reglamento, debieron adoptar cada uno.
Sensiblemente más veloces, los Audi fueron penalizados con tanques de combustible de solo 58 litros para su gasoil, mientras que los Toyota nafteros podían cargar hasta 76 litros, lo que hizo que las estrategias fueran claras en ambos casos: Audi debía ganar tiempo en la pista para compensar la mayor cantidad de paradas en boxes en relación a Toyota (al final, los Audi pararon en 34 ocasiones y los Toyota en 30).

Podio de los ganadores absolutos con el Dr. Ullrich (nº1 de Audi Motorsport) integrado...

En esos términos, la prueba tuvo sus “liebres” en los Audi, seguidos por los Toyota sin posibilidades de seguirles el tren.
Durante las seis primeras horas, los tres Audi presentados controlaban la situación con el nº1 (Treluyer-Fassler-Lotterer) cortado adelante, seguido por el nº2 (Duval-Kristensen-McNish) intentando contener a los Toyota nº7 (Wurz-Lapierre-Nakajima) y nº8 (Davidson-Buemi-Sarrazin) e inmediatamente detrás de ellos el restante Audi, el nº3 (Di Grassi-Gené-Jarvis).

Batalla cerrada entre el Toyota de Davidson-Buemi-Sarrazin (2º) y el Audi de Fassler-Treluyer-Lotterer (5º).

Quedaba claro que Audi empleaba uno de sus autos para tratar de llevar a cabo la estrategia original, mientras que con los otros dos intentaba “medir” a los Toyota viajando a su ritmo, sabedores que con velocidad mayor, podían definir a su favor cuando lo necesitaran.
Sin embargo, los elementos mecánicos no saben de estrategias.
Así fue como, de pronto, la cuota de drama que suele aparecer en Le Mans, otra vez se hizo presente, el nº1 entró a boxes en una parada no programada. Lo revisaron, volvió a salir, una vuelta y adentro nuevamente…
Allí perdió 11 vueltas y cuando finalmente volvió a pista, cambio de alternador mediante, estaba en la 24ª posición.

Otro Porsche 911, aunque se trata del GT3 de los ganadores en GTE Am: Vernay-Bourret-Narac.

Un rato después, el Audi nº3 rompió una goma en el lugar más alejado del circuito (seguramente, por pisar algún cuerpo extraño) y volvió a boxes a marcha lenta demorando más de seis minutos (el circuito de La Sarthe tiene 13,6 kilómetros). Cuando, finalmente, le cambiaron el neumático y retornó a la carrera, había perdido dos vueltas en relación al trío puntero, el Audi nº2 y los dos Toyota.
Quedaban tres cuartas partes de la carrera por disputarse y la estrategia original de Audi peligraba…

Cambio de pilotos en el Oreca-Nissan del Pecom Racing. Largó 10º y finalizó 5º...

Sin embargo, tal como en 2001 cuando se quedó con un solo auto con posibilidades de vencer, el equipo alemán cerró filas en torno a su único auto que por ese entonces estaba un par de minutos por delante del Toyota nº7 y algo más sobre el nº8. Desde ahí y hasta el final, la diferencia se fue estirando hasta que se estableció en una vuelta, un margen suficiente, aunque no demasiado confortable para una carrera que siempre trae sorpresas, como son las 24 Horas de le Mans.

El R18 de Gené-Di Grassi-Jarvis, se retrasó dos vueltas por una goma, pero llegó al podio...

Sin embargo, cuando estas volvieron, fue el turno de Toyota…
El nº7 siguió derecho en pleno mediodía cuando lo sorprendió un chaparrón y se pegó contra una protección de neumáticos, volvió a boxes a marcha lenta y pasó bastante tiempo allí, perdiendo unas cinco vueltas.
Para ese entonces, el Audi nº1 había recuperado terreno y trepaba en el clasificador, al punto que cuando uno de los Lola-Toyota se golpeó (su piloto, Belicchi, se fracturó un par de costillas…) se colocó detrás del nº7.

Amable conversación entre los máximos referentes de Audi (Dr.Ullrich, der.) y Toyota (De Chaunac)...

Así , intercalando posiciones, Audi (1-3-5) y Toyota (2-4) le dieron vida a otra gran batalla por el cetro máximo que proponen las 24 Horas de Le Mans, una carrera que es casi un campeonato en si misma y que coronó nada menos que por duodécima vez a Audi y a su piloto-amuleto, Tom Kristensen, en su novena consagración ¿Qué más se puede pedir?.
Hermosa imagen de la Ferrari 458 (Perazzini-Case-Verdonck) que se ubicó segunda en GTE Am.

Más Batallas…
…se libraron entre los LMP2 donde en poco menos de dos vueltas se encontraron durante casi toda la prueba los principales protagonistas, con triunfo final para el Oak Racing con los Morgan-Nissan de Baguette, el mejicano Rodríguez y Plowman en el primer lugar seguido por otro Morgan con Pla-Heinemeier-Hanson-Brundle.
En esta especialidad, tuvo destacada participación el Oreca-Nissan del equipo argentino Pecom Racing (Perez Companc-Kaffer-Minassian) quien largó en 10º lugar entre los de su clase y finalizó 5º.

El Toyota nº7 sufrió un accidente con Lapierre que lo marginó del protagonismo. Al final, fue 4º...

Entre los GTE Pro, al principio, hubo dura lucha entre Aston Martin y Porsche con victoria final para estos últimos con los 911 RSR de Lieb-Lietz-Dumas y Bergmeister-Bernhard-Pilet.
Por su parte, en GTE Am, la batalla tuvo también como protagonista a Porsche enfrentado a Aston Martin y sus Vantage y a las Ferrari oficiales.
Finalmente, se impuso el 911 GT3 de Vernay-Bourret-Narac, sobre la 458 de Perazzini-Case-Verdonck.

Kristensen-McNish-Duval, trepados al techo de su R18 celebran la 12ª victoria de Audi en Le Mans. Personalmente, Kristensen, también disfrutaba su novena victoria allí, es el más ganador de la historia...

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