De esta manera, Bugatti volvió a lograr un record mundial de velocidad para autos “con los que se puede circular por la calle”, luego de que los mismos responsables del Guiness le retiraran el record absoluto al modelo Veyron Super Sport con techo rígido (más de 431 km/h) con la excusa de analizar más profundamente la homologación respectiva.

Resulta que, “con intención de preservar la integridad de los neumáticos”, según Bugatti, la marca le ofreció a sus clientes del Super Sport la posibilidad de equipar sus autos con limitador de velocidad o sin él.
De las 30 unidades vendidas, solo cinco fueron entregadas sin el limitador, que serían las habilitadas para alcanzar el record certificado de más de 431 km/h, pero como el reglamento del Guiness especifica que la validez del mismo está directamente relacionada con la producción total del modelo, el record otorgado le fue retirado.

No obstante, la entidad prometió a los responsables de la marca revisar el caso y mientras estos lo estaban estudiando…
…La gente de Bugatti alistó un Grand Sport Vitesse al comando de su piloto de pruebas, Pierre-Henri Raphanel (argelino, nacionalizado francés que fue piloto de F.1 a fines de los 80) y en la pista de pruebas de VW en Ehra-Lessien homologó 408,830 km/h para convertirlo en el auto descubierto más rápido del mundo.

En este caso no habrá problemas, ya que las ocho unidades similares que se venderán del Grand Sport Vitesse – a 2,3 millones de euros cada una- están capacitadas para igualar dicho record.
Y así, mientras el marketing de Bugatti u otro funciona a pleno tratando de armar una acción a propósito del record del convertible y su influencia sobre las pelucas y los entretejidos, la marca sigue esperando la decisión final de Guiness sobre el record absoluto que, seguramente, generará una movida que hablará de todo lo contrario…