Tercera ocasión en que Maserati nombra Ghibli a uno de sus productos, lo hizo con sus 2+2 de 1967-73, lo repitió con una berlina en 1992-98 y ahora, en un momento clave del Grupo Fiat, en el que la marca ha sido elegida para integrar la avanzada hacia la gama Premium, para rebautizar a una nueva berlina tan deportiva como aquella, aunque con otra misión y ambiciones.
Si a esta nueva Ghibli (y permítanme el femenino…) la tuviésemos que juzgar por su apariencia, sin ninguna duda, estaríamos hablando de su gran éxito.
Deportiva, elegante, personal, con carácter y apasionadamente italiana, con todo lo que ello implica…
Estéticamente irreprochable y hermosa, propio de Maserati, casi como un homenaje a la tradición de una riquísima historia que está a punto de cumplir su primer centenario.

Atributo que la planta con firmeza frente al desafío que significa pasar de un mediocre presente de la marca, de 7-8.000 unidades vendidas por año, a unas 40.000 o más por temporada en dos o tres años.
Pero, además, para lograrlo deberá enfrentar con cierto éxito a los fortísimos BMW Serie 5 y Audi A6, para lo cual deberá proponer otras alternativas.
Por lo que se conoció antes del estreno, para fin de mes en el Salón de Shangai, la Maserati Ghibli vendrá equipada con motores V6 naftero y diesel, siendo este último el primero de este tipo que se monta sobre una Maserati en los casi 100 años de vida de la marca.
Se trata de una unidad 3.0 biturbo que podría estar en 250-300 CV. El naftero, con similar cilindrada, tendría opciones de 360 y 410 CV y para más adelante, habría un inevitable V8 de más de 530 CV para enfrentar a las versiones más radicales de Serie 5 y A6.

Las alternativas no se agotan solo con motorizaciones, ya que la Maserati Ghibli traerá como opción una caja AS8 de ultimísimo diseño y hasta una variante con tracción integral, como quedó claro en las primeras fotos develadas.
La clave respecto a las posibilidades de la nueva Ghibli, estará, sin dudas, en el precio.
Se habla de un arranque, para las versiones diesel más básicas, de unos 70.000 euros y 80.000 para los nafteros con la misma terminación. Cifras que pasarían a los 90-95.000 euros para el naftero de 410 CV y por encima de los 120.000 euros para el poderoso V8.
Valores importantes que contrastarían, dentro del propio Grupo, con los probables del Alfa Romeo sedan del segmento E, poco menos que un hermano de la Ghibli, aunque aquí estamos hablando de otra prosapia y una marcada exclusividad que hasta justificarían la diferencia.