El Salón de Nueva York, que arrancará dentro de muy poco en la “capital del mundo”, mostrará un intento muy destacado de una de las marcas más icónicas de la industria automotriz americana, por recuperar terreno perdido.
Al menos, esto es muy ostensible en las nuevas líneas que propone el Cadillac CTS , el nuevo sedán grande de la marca del grupo GM, decididamente volcado hacia una estética e impronta más a tono con la que proponen sus rivales europeos (Audi y BMW) pero más acentuadas aún con lo que sugiere el nuevo Mercedes Clase S.
Con discreta agresividad en el frontal coronado por una gran parrilla y flancos con diferentes planos facetados que integran un perfil lanzado, aunque elegante.
Con esto alcanza para bocetar una silueta lograda que, sin embargo, se nos ocurre “pesada” en su zona trasera, casi como buscando la excusa de un gran baúl para no despedirse de la estética de otros tiempos.
No obstante, el nuevo motor recompone la imagen europeizada del nuevo Cadillac.
Se trata de un V6 sobrealimentado, cuatro árboles a la cabeza, biturbo, que trepa hasta los 420 CV, como para ponerse a tono con el desafío y plantarse frente a las restricciones que paulatinamente se irán aplicando en EE.UU en materia de consumos y emisiones.
Desde su esperado estreno en Nueva York, los datos abundarán sobre esta apuesta diferenciadora de la marca de lujo más importante de la industria americana.