Kimi, el cuidadoso
El circuito de Albert Park, Melbourne, donde se inició el campeonato mundial de F.1 en Australia, presentó una alternativa poco usual: una pista que es una calle de tránsito normal durante buena parte del año.
Esto hizo que el desafío de un escenario con carga aerodinámica media-alta, piso rugoso y baja temperatura se presentara como una alternativa de cuidado.
Y el que mejor interpretó el compromiso fue Kimi Raikkonen quien sometió a su Lotus E21 a un prolijísimo trato sobre un asfalto que, con presencia de humedad, para colmo, fue demasiado abrasivo para un caucho de todavía dudoso rendimiento.
Hizo su mejor apuesta con un excelente planteo personal y coordinó precisamente con su equipo el control sobre el rendimiento de sus gomas.
El resultado fue más que elocuente, no solo se detuvo por gomas frescas una vez menos que sus rivales, sino que cuando intentó rematar la carrera, una vuelta antes del final, hizo el record como si se tratara de un sprint…
Solo la gran capacidad de sus compañeros de podio amenguó su derrota a manos del campeón finlandés.
Fernando Alonso se conformó con un arranque muy superior al del año pasado y , con un auto más consistente, abrió su propio crédito para el futuro.
Sebastián Vettel, convertido otra vez en el cuco de la categoría, padeció con excesivo consumo de neumáticos, a consecuencia de una elevada carga alar sobre el piso descrito, pero también tiene en el futuro a su mejor aliado, su potencial está intacto.
En pocos días más, el GP de Malasia será el segundo de los 19 rounds que propone este 2013, y probablemente las cosas sean muy diferentes.
El circuito es distinto, el piso será otro, la temperatura y la humedad también, un nuevo desafío que solo los más aptos podrán superar con el éxito esperado.
RD