Los LMP1 (Le Mans Prototipos) que corren las legendarias “24 Horas” son los vehículos de competición que más han aportado a la evolución del auto de calle…y aún lo siguen haciendo.
Sería demasiado abrumador puntualizar los innumerables ejemplos que lo confirman, pero como para no pasarlos por alto alegremente, con las dudas del caso, les voy a citar algunos: los faros antiniebla (1925), el compresor (1928), las líneas axiales refractantes en las rutas (1933), el neumático radial (1951), los frenos de disco (1953), la inyección de combustible (1956), los faros de yodo (1963), los frenos de carbono (1990), la primera victoria de un motor diesel en una prueba FIA (2006) y la primera victoria de un híbrido en una prueba FIA (2012).
Esta es solo una pequeña muestra de todos los aportes tecnológicos que debutaron o se consagraron en las 24 Horas de Le Mans y/o el Campeonato Mundial de Resistencia y luego se aplicaron a la circulación normal, algo que ni siquiera la F.1 pudo lograr en todo su historial.
Y periódicamente, un nuevo ejemplo llega para confirmar la tendencia; en este caso, surgido en el escenario que propuso una de las muestras más importantes del vehículo de calle: el Salón de Ginebra.

Allí se supo que Toyota está preparando una versión más potente de su hermosa cupé GT86 (86 a secas, por estos lares) que incorporará un sistema KERS derivado del que estrenó el prototipo TS030 que tuviera destacada actuación en su debut en las 24 Horas de Le Mans 2012 y que inclusive venciera en tres pruebas del Mundial de Resistencia de ese mismo año.
Según comentarios del jefe del proyecto GT86 (Tetsuya Tada), la idea se materializaría a través de un volante-motor con el motor eléctrico integrado, más una pequeña batería, formato similar al que emplea el prototipo de competición aludido.
Según el mismo interlocutor, se lograría un plus de empuje a medio régimen y un sensible aumento de potencia, sin tener que apelar a un peso extra excesivo a consecuencia de la presencia de varias baterías.

No obstante, según Tada, para que el tema del peso total del vehículo no se les escape de las manos, en Toyota se está trabajando con versiones que orillarían los 950 kilos, como consecuencia de eliminar una buena parte de su equipamiento como medida inicial para contener el peso.
No hay fecha concreta para los próximos pasos de esta nueva versión “vitaminizada” de la GT86, aunque todo hace presumir que podría presentarse a fines de año.
Todos los detalles al respecto seguro que irán apareciendo con el correr del tiempo, por ahora, lo realmente valorable de la información es lo ateniente a la tendencia, que marca la importancia de las carreras para el mejoramiento “de la raza”.