Este nuevo Prisma comparte con su hermano hatch, el Onix, y los Cobalt y Spin, la nueva plataforma Global Small Vehicle (GSV), por lo cual difiere sensiblemente de la variante anterior.
Una diferencia que se trasunta, desde un aumento en la distancia entre ejes de nueve centímetros (2m53 contra 2m44) respecto al Prisma anterior, en una mayor disposición de espacio que optimiza la habitabilidad y su capacidad de carga.
A grandes rasgos, este Chevrolet Prisma, presenta esta característica como detalle saliente, más allá que se proponga como un vehículo nuevo de algo más de 4m27 de largo.
Característica que posibilita una mejor habitabilidad para los ocupantes y un generoso baúl de 500 litros, según Chevrolet, que solo se ve superado a nivel regional por el del Fiat Grand Siena (520 litros).

El nuevo Prisma se presentó con dos motorizaciones 1.0i y 1.4i de 80 y 104 CV, aunque solo será esta última la que llegue a nuestro país, tal como lo sugiere la tendencia habitual de la marca. Ambos están acompañados por cajas M5, aunque a futuro se prevé el uso de una caja A6 como opción a la anterior.
Viene equipado de serie con doble airbag, frenos con ABS, dirección asistida, AA, cierre centralizado y levantacristales eléctricos (versión LT). A lo cual, la más completa variante LTZ, le agrega, sistema multimedia MyLink (con pantalla táctil de 7”, GPS, entrada auxiliar, puerto USB y Bluetooth), algunos cromados en los flancos y faros enmascarados.
Estéticamente, si bien se nota un sensible cambio en relación al anterior, propone una silueta insulsa y sin muchas luces.