Al comienzo, fueron tiempos de adaptación a un mercado absolutamente desconocido, luego, llegó el período de afianzarse de la mano de su calidad, ahora es el momento de la evolución.
A grandes rasgos, de esta manera podría sintetizarse la participación de Toyota en el mercado norteamericano de pick ups, no sólo el más grande del mundo, sino también el más competitivo, a partir de lo cual se podrán interpretar algunas de sus características.
En la presentación de la nueva Tundra en el Salón de Chicago, que está funcionando a pleno por estas horas, los responsables de la marca hicieron hincapié en que se trataba de de “una pick up verdaderamente americana”, desarrollada en el Toyota Technical Center de Michigan, con una estética a cargo del centro Calty Design Research de Newport Beach, California y Ann Arbor. Y, finalmente, ensamblada exclusivamente en la planta Toyota de San Antonio, Texas.
Detalles no menores si consideramos el fuerte arraigo local por los productos de su propio país y especialmente, tratándose de productos destinados al trabajo y el esparcimiento.

Para este lanzamiento, Toyota también avanzó sobre una nueva estrategia de mercado presentando, la variante SR, para el trabajo propiamente dicho; la opción SR5, para mayores volúmenes de carga; la Limited, mejor equipada y, finalmente, dos niveles Premium: Platinum y 1794 Edition. Esta última bautizada así en homenaje al “ranch”, fundado en 1794, en cuyo predio fue edificada la planta Toyota de San Antonio en Texas.
Las variantes de carrocería son las acostumbradas en EE.UU: Regular Cab dos puertas, Double Cab cuatro puertas y Crew Max cuatro puertas, todas disponibles en 4x2 y 4x4.
La nueva Tundra muestra grandes cambios estéticos con, voluminosa toma dinámica, al estilo Ram, nuevos faros delanteros y paragolpes envolventes. Laterales totalmente rediseñados y remate más moderno de la caja, para un conjunto que se sostiene con mucho músculo dentro del estilo que propone.
También el interior fue totalmente rediseñado, con distintas combinaciones de acuerdo a las versiones, y se advirtió mucha preocupación por el aspecto ergonómico de todos los componentes, para conductor y pasajero (en las opciones Limited y 1794 Edition, los asientos delanteros están calefaccionados y ventilados).
Se optimizaron los componentes de audio, ventilación y acondicionador, y en las versiones top, se advierte la presencia de cuero de primer nivel.

También se avanzó sobre la informática de la seguridad, con un novedoso sistema de navegación denominado Blind Spot Monitor que incorpora Rear Cross Traffic Alert, para las versiones superiores.
Siguiendo con la seguridad, además, cuenta con ocho airbags, disponibles en todos los modelos. A los que agregan, TRAC (control de tracción), VSC (control de estabilidad), ABS, EBD (repartidor electrónico de frenaje), BA (freno de emergencia) y SST (tecnología que hace que cuando se pisan los pedales de freno y acelerador a la vez, bajo ciertas condiciones, disminuye la potencia del motor ayudando a la maniobra de detención).
En principio, las opciones de motor son tres, todas nafteras: V6/4.0 litros de 270 HP (acoplado a caja A5), V8/4.6 litros de 310 HP (caja A6) y V8/5.7 litros de 381 HP (caja A6). En todos los casos se trata de unidades con doble árbol de levas a la cabeza por bancada de cilindros (cuatro en total) con 24 y 32 válvulas de acuerdo al número de cilindros.
Buenos antecedentes, óptima integración con el mercado y notables mejoras, conforman ahora una perspectiva todavía más halagüeña para una marca como Toyota que, siendo extranjera, hoy está terciando muy fuerte en el mercado de EE.UU; el más conservador, el más reaccionario, pero también el más grande del mundo.