A fines del año pasado, Rinaldo “Dindo” Capello, decidió que era buen momento para alejarse del Campeonato Mundial de Resistencia donde, como piloto oficial de Audi, había logrado numerosos halagos.
A los 48 años, el italiano estimó que era el momento indicado para hacerlo, especialmente, porque, “en la actualidad los Prototipos de Le Mans son muy rápidos y hay mucho tráfico en las carreras. Uno tiene que ser muy preciso en cada maniobra que hace y yo ya siento que a la noche, bueno…ustedes saben”.
Una honesta y descarnada declaración del piloto italiano que reconocía que ya no estaba para los grandes lances que proponen las carreras de Sport Prototipos de la actualidad.

Después de 19 años corriendo para Audi, aunque alguna vez corrió con Bentley “prestado” por Audi, Capello ganó nada menos que cinco veces las 12 Horas de Sebring y tres veces las 24 Horas de Le Mans (una de ellas, precisamente, en 2003 con Bentley), las dos pruebas más importantes del calendario de la especialidad que durante 2012 cumplieron sus 60 y 80 ediciones respectivamente.
La despedida formal de Capello fue una ceremonia sencilla donde menudearon agradecimientos, sensibilidad a flor de piel y emociones (“Es un momento muy emotivo y poco común, Audi le agradece a Capello todo lo entregado en estos 19 años de colaboración…”, sintetizó el siempre parco DD de Audi, Dr. Wolfgang Ullrich) aunque todo el mundo supuso que allí terminaba todo.

Sin embargo, en la reunión de cierre de temporada, realizada en los primeros días del año 2013, Audi fue más allá y le regaló al servicial y afectuoso italiano, nada menos que uno de sus R18 Ultra, pero no cualquiera, sino, precisamente, la unidad con la que Dindo venciera en la última edición de las 12 Horas de Sebring y que compartiera en la ocasión con sus compañeros, Tom Kristensen y Allan Mc Nish.
Unidad que, seguramente, tendrá un sitial de honor en alguno de los Audi Center que Capello tiene en su tierra natal.