Industria Automotriz PRESENTACION INT.

MS DE LO MISMO, MENOS DE LO QUE HACE FALTA…

14/01/2013. Horas atrás, en la presentación anticipada del nuevo Chevrolet Corvette Stingray en el Salón de Detroit, tuvieron idea de ponerlo en una galería de fotos junto al legendario iniciador de la serie, allá por los 50. Diferencias abismales, es cierto, en cuanto a modernidad, despliegue y músculo, pero?que lejos del estilo y la personalidad del memorable Corvette de 1953.


Siempre pensamos que los deportivos debían doblar la apuesta.
A partir de su significado y cometido, casi podría decirse que tienen la obligación de ser, además de potentes, bellos, atrevidos, sugerentes, personales, distintivos…demostrando, casi como una firma propia, que son autos muy diferentes a todo lo visto.
Hay ejemplos a rajatabla.
Jaguar XK-E, Mercedes-Benz 300 SL, Ferrari 250 GT, Porsche 911, etc, etc componen un poco la cultura histórica del deportivo por naturaleza.
Sin duda, los tiempos han cambiado mucho desde el origen de los modelos apuntados, aunque siempre creímos que los diseñadores y técnicos tenían un as en la manga, como los que mostraron más acá en el tiempo, el Alpine A110-50, el Jaguar F Type, el Pagani Huayra, el Bugatti Veyron, Aston Martin DB9, Ferrari Berlinetta F12, el propio SRT Viper y otros.


Autos verdaderamente diferentes, que no han perdido la esencia de lo que proponen emparentados con su historia.
Horas atrás, en los prolegómenos del Salón de Detroit, GM presentó el nuevo Chevrolet Corvette Stingray, dándole patadas a este concepto.
Apelando a este último apellido, casi como tratando de rescatar un poco de esa historia de la que hablábamos y de la que poco conserva este nuevo deportivo.
Es cierto, lo reconocíamos, trae chasis de aluminio, 45 kilos más ligero que el de su predecesor, se despega notoriamente de la línea continuista que proponían los anteriores C5 y C6, monta un V8/6.2 litros Small Block (¿qué será un “motor chico” para los americanos de GM?) de 455 CV, un poco más de 73 CV/litro, (en EE.UU la potencia solo se busca con cilindrada), cajas M7 y A6, cuatro colas de escape arracimadas en el centro del auto, tiene una máxima de 300 km/h y acelera de 0 a 100 km/h en cuatro segundos.
Lo que se dice, una bruta bestia, con más reminiscencias de superhéroe mecánico de tira japonesa que de lo que, evidentemente, no le pudo insuflar el hermoso, elegante y personal Chevrolet Corvette de 1953 que lo acompañó en la foto que ilustra este texto.

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