El Dakar 2013 apenas si superaba los desgraciados accidentes fatales en tramos anteriores (donde, entre otros, perdiera la vida el piloto francés de 25 años, Thomas Bourgin), cuando fue el clima el que aportó su cuota de incertidumbre.
Así se puso ayer en marcha la octava etapa, con el parcial anulado para los camiones debido a un exceso de lluvias que había afectado mucho gran parte del recorrido de la prueba, con la complicación que suponía que, al paso de los camiones, el piso iba a quedar poco menos que inutilizado para el resto.

Por otra parte, también complicaban la circulación de los monstruos de varias toneladas, varios tramos de resbaladizos caminos de cornisa, con todo lo que esto implicaba.
Sin los camiones en carrera, el tramo, no obstante, se acortó para las restantes divisiones que están participando en este 35º Dakar.
Y casualidad o no, esta variable trajo tantas sorpresas como si la carrera cambiara radicalmente.

Lo único que no fue novedad entre las Motos fue el nombre del ganador. Por tercera ocasión, el español Joan Barreda apareció al tope de un parcial con su veloz Husqvarna y, tal como en ocasiones anteriores, por generoso margen, 7m04s, en este caso.
Y luego las sorpresas.
La Honda oficial de Campbell, Jakes, Bianchi Prata, Guindani y, finalmente, David Casteu, pero después de este, Prohens, Van Pelt, Poskitt.... ¿Que había pasado?.

Un lugar confuso en el recorrido a la altura del kilómetro 122, hizo que una buena parte del grupo puntero errara la dirección correcta y posibilitó que aparecieran estos nuevos nombres en los puestos de vanguardia.
Y si bien no cambiaron mucho en lo que refiere a la situación general, crearon un poco de incertidumbre en el ya de por si complicado parcial.
Barreda, que había largado muy atrás, se tomó el tiempo para evaluar la situación y luego eligió lo correcto, navegando impecablemente.

Pero a los demás candidatos las cosas no le fueron muy bien: Després llegó 11º, Pizzolito 25º, Faría 33º, Chaleco López 50º, Svitko 58º y el hasta ese momento líder de la carrera, Pain,¡ terminó en el puesto 81º!!!.
No obstante, la general no perdió a su decena de protagonistas.
Por el retraso apuntado, Pain entregó la punta de la carrera y ahora está cuarto a poco más de 16 minutos del liderazgo (lo que da idea de lo cerrada que es la lucha entre las Motos) que capturó su compañero de Yamaha, el veterano David Casteu (38 años).

Després, que estaba segundo, decidió cambiar motor por lo que fue penalizado (15 minutos) y ahora está 5º a más de 24 minutos del puntero.
Y entre ellos, Faría a 11 minutos, López a 12, el citado Pain a poco más de 16 y luego Després.
Pero nadie se puede quedar tranquilo, porque a 26 viene Jakes, luego el sorprendente Esquerre a 27, Przygonski a 31, Svitko a 33 y nuestro Pizzolito, que ya está entre los 10 primeros, a casi 35 minutos.

Lo que se dice “juego abierto” para un Dakar tan apasionante como incierto entre las Motos.
Los Cuatriciclos tuvieron un nuevo nombre como ganador, el sudafricano Sarel Van Biljon aventajó por casi dos minutos a…Marcos Patronelli, cuando no!. Con el chileno Palma tercero.
Aunque el rival más directo que tiene Patronelli, Casale, terminó séptimo a más de nueve minutos del argentino.

En la general, nada que haga preocupar a Patronelli. Le lleva casi una hora y 24 minutos al propio Casale, lo que implica que seguramente, ahora aparecerán nombres de otros ganadores de etapas, aunque bajo la atención del propio Patronelli que, salvo sorpresas mayúsculas, tiene todo bajo control.
Los Autos venían desarrollando un parcial con alta emotividad, con Al Attiyah descontando terreno sobre la posición de Peterhansel y cuestionando seriamente su liderazgo.

Que pareció que cambiaba de manos en los relojes cuando el francés equivocó la ruta y perdió más de 10 minutos en relación, no solo a Al Attiyah, sino también con Chicherit, Gordon y Terranova que venían agrupados en pocos segundos.
Así estaban cuando circulaban por el cauce de un río bastante escaso de agua que, de pronto, se inundó por lluvias de altura que bajaron en forma de fuerte correntada hacia la planicie desbordando el tímido hilo de agua.

Cuando llegaron los punteros en el camino, superaron el inconveniente Chicherit, Terranova, Gordon, Peterhansel y Roma, pero el resto se encontró con el río mucho más crecido e imposible de cruzar y casi de inmediato la organización decidió la suspensión del tramo final, adjudicándole a todos los afectados por el problema, el mismo tiempo que tardó Peterhansel, a la sazón, el último que superó el cruce del río.

Con esto, el saldo fue positivo para los tres punteros que recortaron buenos minutos en relación a la punta y también para Peterhansel, quien ya había cedido su liderazgo por tiempo, y se encontró con que Al Attiyah fue “cargado” con el mismo tiempo que él, por lo cual los 3m14 segundos que le llevaba al cabo de la séptima etapa, son los mismos que le quedó llevando al cabo de la octava.
También quedaron a la misma distancia el tercero, De Villiers (44m03s) y el cuarto Novitskiy (48m54s).

Chicherit, pese a su victoria en el parcial, está quinto a poco más de una hora, Terranova trepó al octavo lugar en la general y Gordon, cuya ganancia fue poca en relación a lo que lleva perdido, fueron los más beneficiados.
La lucha seguirá mañana y todo hace suponer que será tremenda, entre el certero y experimentado Peterhansel y el temperamental y ambicioso Al Attiyah, será un duelo de gran nivel, de eso estamos seguros.

Al no correr, los Camiones no modificaron su panorama.
De Rooy sigue adelante con 22 minutos de ventaja sobre Nikolaev (Kamaz) y 41 sobre Kolomy (Tatra).
Tres marcas diferentes en los tres primeros lugares, pero el líder está muy solo con su Iveco, asediado por estos y Mardeev (Kamaz), Karginov (Kamaz), Loprais (Tatra), Versluis y Van Vliet (MAN), recién en el noveno lugar aparece un compañero de equipo, Kuipers con otro Iveco de De Rooy.

También aquí la lucha promete ser épica, no se podía esperar otra cosa de un Dakar que, salvo en Cuatriciclos, ofrece batallas en todas sus divisiones.
Lo que se verá de ahora en más, comenzó a instrumentarse hoy en el “día de descanso” en Tucumán, un respiro para los hombres, un repaso para las máquinas y la larga caravana del Dakar que “lame sus heridas” antes de encarar de nuevo el vértigo, otra vez la aventura y el riesgo, con la proa bien apuntada hacia su destino final en Santiago de Chile.