La planta de Connor había cerrado sus puertas en 2010, paralelamente con la reestructuración que estaba viviendo Chrysler previo paso a ingresar al grupo Fiat.
Luego de gestiones no muy sencillas, la factoría comenzó su adaptación a partir del momento en que se decidió que la novel marca del grupo, SRT, fuese la encargada de desarrollar y fabricar la nueva versión del deportivo Viper.
Horas atrás, y confirmando todos estos antecedentes, vio la luz el primer SRT Viper de producción, lo que paralelamente significó un esperado revivir de la planta de Connor, de ahora en más, “la guarida de la víbora”.
Presente en la ocasión estuvo el propio Sergio Marchionne, responsable máximo de la decisión que posibilitó el renacimiento del icónico y musculoso V10, vehículo que ganó gran prestigio en un lapso increíblemente corto.