Todo hace suponer que tanto una como otra excitan la imaginación hasta límites insospechados.
Dos competencias que, en si mismas, prácticamente, son dos campeonatos.
No solo por distancias recorridas (casi 10.000 km para el Dakar y 5.500 y pico para las 24 Horas de Le Mans) sino por todo lo que proponen.
Prestigio sobremanera, pero también esfuerzo, concentración, disciplina, sacrificio…heroísmo?.

Una vez, Kenjiro Shinozuka, piloto japonés a quien encontré casualmente en un Salón de París luego de que el año anterior ganara el Dakar de 1997, me dijo: ”…solo el hecho de haber ganado el Dakar me convirtió en un héroe en Japón”.
Más acá en el tiempo, en 2011, el National Geographic, declaró a las 24 Horas de Le Mans, como el evento deportivo más importante del mundo, aún por encima de la Copa Mundial de Fútbol y los Juegos Olímpicos.

Que conste que no intentamos polemizar, ni discutir, solo citamos los casos.
De una cosa estamos seguros, que tanto una como otra prueba, exigen como ninguna a hombres y máquinas y eso si que es indiscutible.
Quizás por ese lado podamos comenzar a entender porque son tan pocos los que se le atreven al Dakar y a las 24 Horas, muchos menos son los que se destacan y, todavía menos, los que allí se consagran…
Pero en estos desafíos de hombres y máquinas, que nadie piense que solo hablamos de autos y pilotos.

Hay ingenieros, directores de equipo, mecánicos… colaboradores de todo tipo que aceptan pertenecer a un grupo, despojándose a menudo de gran parte de su ego para buscar el éxito del conjunto, también eso tiene que ver con estas grandes carreras, reservadas para un perfil especial de grupo, generalmente, formado por muchos perfiles…
Por ejemplo, Porsche ganó 16 veces las 24 Horas de Le Mans y dos veces el Dakar. Y estamos hablando la marca de deportivos más prestigiosa del mundo.

O Peugeot, con tres victorias en Le Mans y cuatro Dakar ganados.
Y entre los hombres, el ejemplo-cumbre es Jacky Ickx, gran piloto de F.1, ganador en seis ocasiones de las 24 Horas y de un Dakar.
O Henri Pescarolo, vencedor en cuatro ocasiones de las 24 Horas y con una victoria en su categoría en un Dakar.
O, más recientemente, Luc Alphand, con un triunfo en cada una.
También repitieron triunfos en estos escenarios tan disímiles como demandantes, Mercedes-Benz y Renault, pero la lista no va mucho más allá y tampoco es nuestra intención sorprenderlos con nombres poco menos que desconocidos…

Pero si les vamos a decir que, todavía hoy, hay ejemplos notorios de quienes intentan sumarse a la poco común lista de grandes elegidos.
Como el del holandés Jan Lammers, otro exF1, ganador de las 24 Horas de Le Mans 1988 (también ganó las “24” de Daytona) que en horas nomás estará largando desde Lima a bordo de un camión Ginaf rumbo a Chile, ¡justo en la misma temporada en que se cumplen 25 años desde que ganó aquellas 24 Horas!!!.
O el caso de Peter Van Merksteijn, ganador de las 24 Horas en la clase LMP2, que intentará lo propio largando desde Lima sobre una Toyota de su propio equipo.
Como les decía, no son tantos, es más, son muy pocos, pero estamos seguros de que por sobre todas las cosas, son bastante diferentes…