Se vienen tiempos de celebración para Ford en 2013.
Será cuando se cumplan los 150 años del nacimiento de ese gran patriarca de la industria automotriz que, más allá de ser el fundador de una de las compañías más grandes e importantes del mundo, fue el auténtico iniciador de la fabricación de autos en serie a través de la implementación de líneas de montaje, sistema adoptado por casi la totalidad de las marcas que hoy por hoy siguen en el negocio de fabricar autos.
Pero hoy, en este espacio, no nos ocupan los logros del creador y su marca, ni siquiera sus virtudes como escritor y ácido crítico de una época, sino lo que significa este aniversario tan particular.

Y tan particular ha sido que la compañía quiere celebrarlo con sus mejores galas.
Y si hablamos de “las galas” de una empresa centenaria, tenemos que bucear en sus archivos y su patrimonio histórico.
Precisamente, eso fue lo que Ford comenzó a llevar adelante preparando esta fecha tan especial.
Entre las acciones tomadas se destaca la encarada por el mismísimo nieto del fundador de la marca y ejecutivo de la compañía, Bill Ford, quien compró el auto más viejo que se conserva de la marca.

Se trata de un modelo “A” de 1903 que fue, ni más ni menos, que el tercer auto fabricado por la empresa que, sin embargo, está realizado sobre un chasis que lleva el número 30, lo que indicaría una etapa de pruebas fabricando más chasis que autos o bien poniendo a punto la línea de montaje para iniciar la producción y comercialización en serie de los vehículos.
El Ford “A” nº3 adquirido por Ford fue subastado en octubre pasado y se sabe que solo ha tenido cinco dueños hasta volver a pertenecer a la colección de la marca.
Sin dudas, esté donde esté, el gran abuelo, debe de sentirse muy satisfecho y preparando el descorche…