Días atareados tiene la gente de VW y, para colmo, debe atender frentes bien diferenciados, aunque ambos tengan que ver con lo mismo.
Mientras prepara la presentación oficial del equipo de rally mundial que defenderá los colores de la marca a partir de 2013, el próximo sábado 7 en Mónaco, está iniciando los test previos al Rally de Montecarlo, la primera y emblemática carrera con que se inicia la próxima temporada.

El auto ya se conoce, será el Polo R en su versión WRC (World Rally Championship), los pilotos serán Sebastien Ogier y Jari-Matti Latvala y las únicas dudas que subsisten, están referidas a la incorporación de un tercer auto, que aparentemente será conducido por Andreas Mikkelsen, y los “colores de guerra” definitivos con que estará pintado el Polo R, algo que seguramente estará emparentado con los patrocinantes principales y los soportes técnicos.
El marco de la presentación no diferirá demasiado de todo lo visto en ocasiones anteriores, pero el escenario de las pruebas es sensiblemente distinto.

Buscando lugares parecidos a algunos tramos de la prueba inicial del campeonato, VW eligió las montañas francesas del Ardèche, donde Ogier, Latvala y el Polo R, estarán durante tres días buscando distintas soluciones sobre un terreno comprometido a partir de las intensas nevadas que se registran en la zona.
Luego de este lapso, los ensayos continuarán más al sur para, finalmente, encarar una tercera tanda de pruebas en la zona alpina francesa.
No obstante, el momento actual de las pruebas pasa por las montañas del Ardèche, cerca de Saint Martial, escenario donde el equipo encontró la suficiente nieve como para asemejarlo a lo que se espera de varios tramos del Rally de Montecarlo.

Las pruebas se están realizando en un tramo de asfalto de la ruta D237, de poco más de cinco kilómetros, que fue convenientemente cerrada al paso del público para esta ocasión.
Es la primera vez que el Polo R está probando en estas condiciones –prácticamente, de carrera- alternando desde neumáticos Michelin para nieve, con y sin clavos, hasta los de piso seco con características de “super blandos”.
También se trabajó sobre algunos reglajes de las suspensiones, como una primera aproximación en la búsqueda de una correcta puesta a punto en previsión de lo que les esperará en Montecarlo.

Sebastien Ogier, se mostró excesivamente cauto en las primeras declaraciones respecto a sus posibilidades para la primera carrera de la temporada: “Sería una sorpresa ser competitivos desde los primeros metros de carrera. No sabemos realmente donde estamos, por lo que nuestras esperanzas pasan por terminar los primeros rallies sumando algunos puntos y después ver como podemos mejorar. Hemos hecho una gran cantidad de tests y estamos ansiosos por conocer todo esto”.
Creemos que la mesura del francés es algo exagerada, no tenemos dudas que VW llega al rally mundial para ganar desde el mismo inicio de la temporada; hace bastante tiempo que están preparando su debut, han conformado un equipo muy profesional y tienen un medio mecánico acorde, no creemos que puedan errarle a la tentadora idea de buscar un debut con victoria. Los hombres y las máquinas están para lograrlo.