Citroen decidió hacer las cosas diferentes. En un año “raro” para la industria, se jugó a una presentación distinta, que hizo acordar a las mejoras épocas del auge automotor, cuando era habitual viajar a diferentes lugares, cada uno más interesante y sorprendente que otro, para conocer “cara a cara” a los nuevos productos.
Esta vez, la elección recayó sobre Puerto Madryn, Chubut, pujante ciudad del sur, enclavada en una zona bendecida por la naturaleza a pesar de su condición marino-desértica, hasta donde llegamos después de un placentero viaje en sendos Fairchild Metro biturbohélice (“son aviones ideales por la distancia a recorrer y la capacidad que tienen, 19 pasajeros”, según uno de los pilotos).
Desierto y mar que fueron marco acorde para el estreno del nuevo Citroen C3, importante apuesta de la filial local de la marca, no por el simple hecho de tratarse de un nuevo modelo, sino porque el C3 es un poco el emblema de la marca en su nueva etapa en el país…y lo merecía.

Desde su Director General, Luis Basavilbaso, hasta Samuel Dumas, responsable del proyecto con base en Brasil y pasando por los responsables de las distintas áreas, Marketing, Comunicación, etc, nadie del doble chevrón faltó a la cita.
Cita que hasta tuvo su costado de esparcimiento cuando los periodistas que completaba la comitiva, junto con el grupo Citroen, se embarcó para el avistaje de ballenas; según los conocedores del tema, últimos ejemplares que poblaban la zona de los golfos (Nuevo y San José) que circundan la península Valdez, que amamantaban “contra reloj” a sus crías antes de emprender el largo viaje hacia aguas antárticas.
El conmovedor espectáculo, que siempre sorprende, fue la excusa para una prueba de producto ideal considerando los casi100 kilómetros que hay entre la base que montó Citroen en el hotel Territorio de Madryn y Puerto Pirámides, desde donde salimos a buscar ballenas, y que incluyó el paso por un lugar poco común: el tránsito por el istmo Ameghino, desde donde se pudo observar el mar a ambos lados del mismo, los citados golfos, Nuevo y San José.

Repaso De Producto.

La segunda generación del Citroen C3 se fabrica en Brasil y ya está a la venta en Argentina (luego de un exitoso período de preventa en noviembre que comprendió a 800 unidades).
Trae un interior distinto a la versión europea y lo propio sucede con su plataforma, aunque manteniendo parte del estilo exterior de la variante citada. La idea es que conviva con el C3 anterior, hasta que el reemplazo decante por proceso de industrialización.
Los principales responsables de este cambio son, la nueva estética y las motorizaciones.
La primera tiene su aspecto más destacado en el nuevo parabrisas Zenith de 1m35 de largo (antes 0m99) que está disponible para todas las versiones salvo la de entrada de gama, Origine. Permite un ángulo de visión de 108 grados; si, casi hasta el cenit, de donde toma el nombre aunque traducido al inglés. Con un plus a su favor, el gran sector desplazable que clausura parte de su superficie para convertirlo en un parabrisas común, lo que es fundamental cuando el sol molesta. Y con un agregado que contempla cualquier tipo de dudas: en caso de reemplazo, “su costo será el mismo que el de un parabrisas común”, al decir de Dumas. Quien de inmediato agregó, “la diferencia de costo la asimilará la marca”.

Sin embargo, este no es el único cambio, nuevo frontal bien identificado con la imagen de marca donde se destacan luces leds diurnas horizontales, líneas generales más redondeadas, que son más delicadas y agradables que la versión anterior.
El sector trasero es la zona más lograda del nuevo C3, con agradable diseño de luces, muy identificatorias y que calzan de manera ideal en un remate suavemente curvo y armónico.
El nuevo C3 es 94 milímetros más largo, 41 milímetros más ancho, aunque con la misma distancia entre ejes, 2.460 milímetros, que la versión anterior.
Antes de entrar en el rubro propulsores, del repaso no puede estar ausente la terminación general, bastante mejorada en todos sus aspectos en relación al C3 anterior.
Respecto a los motores, hubo ganancias en todos los aspectos. Se buscó mejorar la potencia y el torque, optimizando el consumo. No tuvimos ocasión de comprobar esto último (fábrica acusa una mejora del orden de -5%), aunque si pudimos percibir la ganancia en potencia máxima, sobre todo en la unidad 1.6 de 115 CV. No obstante, el 1.5 con 90 CV, no desentona en recorridos urbanos y como alternativa de mínima. En ambos casos, acoplados a cajas M5 y con tracción delantera.

En El Camino.

En ciudad, el comportamiento del nuevo C3 fue impecable, sin ruidos inquietantes, sobre todo teniendo en cuenta la gran cantidad de profundos “badenes urbanos” que proponen varias bocacalles de Puerto Madryn. Allí, el comportamiento del motor 1.5, fue ideal.
Tampoco el nuevo C3 acusó inconvenientes cuando circulamos por ripio, tiene impecable reglaje de suspensiones y buen despeje al piso cosa, esta última, que no lo incomoda en ruta plena de asfalto, donde la aerodinámica interviene de otra manera.
Precisamente, en los largos tramos de ruta asfaltada que nos tocó transitar en la segunda parte de la prueba dinámica, el nuevo C3 se manifestó muy bien insonorizado, manifestándose poco afectado por los vientos laterales que barrían esporádicamente el camino.
Se notó un gran trabajo en relación a la incorporación del nuevo parabrisas Zenith que no presentó ningún inconveniente con filtraciones o “quejidos”, a veces, propios de estos elementos. Por el contrario, resultó muy agradable disfrutar su amplia superficie acristalada, que también provoca increíble luminosidad.

Bueno también el comportamiento de los frenos, no muy utilizados por las características del recorrido (una recta casi interminable…) habría que evaluarlos en otro escenario, aunque no dudamos de su eficacia. A diferencia del modelo europeo, este nuevo C3 trae frenos a campana atrás (el europeo, de discos), aunque como dijimos, preferiríamos opinar con más conocimiento de causa.
En los grandes curvones del óptimo asfalto que transitamos, el nuevo C3 no mostró vicios de tenida, con un impecable trabajo de suspensiones, así como de la dirección asistida eléctricamente.
No medimos velocidad máxima, aunque por posibilidades y sensaciones, calculamos que estará muy cerca de los 190 km/h, lo que es una velocidad tope excelente para el reformulado motor 1.6 de 115 CV. El 1.5 de 90 CV, derivado del conocido 1.4 de 75 CV, está unos 20 km/h por debajo de esto, lo que de todas formas es un interesante valor a juzgar por sus características.

Este nuevo C3 presenta algunas limitaciones en materia de seguridad, con solo doble airbag delantero y frenos con ABS; no tiene control de estabilidad, ni tampoco airbag de cortina y rodilla, que no se ofrecen en ninguna versión, hecho curioso, especialmente luego de que Luis Basavilbaso, DG de la empresa, confesara, “apuntamos al segmento B, pero bien al tope del segmento…”, precisamente, allí donde pululan el Fiesta KD y el Sonic, que si cuentan con ellos.
A todo lo citado el nuevo C3 le suma, entre otras cosas, cinco cinturones de seguridad inerciales, volante regulable en altura y profundidad, AA, retrovisores eléctricos, audio con CD/MP3/Aux, e incluye, en la versión Exclusive (tope de gama), encendido automático de luces, sensor de lluvia, climatizador automático, control de crucero, llantas de aleación de 16 pulgadas (hermoso diseño) y tapizado en cuero bitono. En el pack My Way, se suman, airbag laterales delanteros, navegador satelital, y sistema multimedia con pantalla color de siete pulgadas.

Sus Posibilidades.

Contando con una garantía de dos años sin límite de kilometraje, los precios del nuevo Citroen son, C3/1.5 Origine ($91.610), C3/1.5 Origine pack Zenith ($95.610), C3/1.5 Tendance ($99.840), C3/1.5 Tendance pack Secure ($103.840), C3/1.6 Exclusive ($113.360) y C3/1.6 Exclusive pack My Way ($119.660). Sin posibilidades por el momento de motorizaciones diesel (“haría falta asegurar una 1.000 unidades vendidas por año para que sea viable”, sostiene Dumas quien ya se despidió de la región afectado al joint venture PSA-Opel, tema sobre el cual anticipamos en este espacio) y a pesar de las limitaciones en materia de seguridad que apuntábamos, el futuro del nuevo C3 se vislumbra prometedor.
A pesar que tiene el fuerte desafío de reemplazar a un modelo exitoso (que por más que no haya aportado “a caja” ese mismo éxito, significó un sólido exponente como imagen de marca), todo hace suponer que luego de casi una década de vigencia de este, el mercado ha cambiado lo suficiente como para aceptar al nuevo C3 con beneplácito.
“Nos daríamos por satisfechos con unas 1.000 unidades vendidas por mes al cabo del año. Por de pronto, las 800 que ofrecimos en preventa se nos fueron de las manos y tenemos previstas otras 800 para diciembre. Si todo se cumple tal como se plantea, no es descabellado pensar en una cifra de 11.500/12.000 vendidas en todo 2013”, cierra Luis Basavilbaso, a quien le conocemos dotes de “buen pronosticador”.
Es cierto, hay varios diseños modernos y bien equipados que competirán fuertemente con este recién llegado, sin embargo, el nuevo C3 ofrece un diferencial en materia de diseño, originalidad y motores impecables que, junto con una imagen bien ganada por un auto que se vendió durante casi toda su vida útil prácticamente “a pérdida”, pueden ayudar a plantarlo como una propuesta ampliamente superadora de lo ofrecido hasta el momento por la marca, en el competitivo segmento B de la Argentina.
R.D..