Industria Automotriz SEGURIDAD

“VEINTE A?S ATRASADOS…”

14/11/2012. Dramático resumen que surgió como resultado de las pruebas de choque realizados por Latin NCAP, sobre los niveles de seguridad de algunos de los vehículos más populares de la región, en relación a los países industrializados.


En lo personal, creemos que lo más positivo que descubrimos al cabo de la entrega de los últimos resultados de pruebas de choque realizados por Latin NCAP (cuya Fase III se cerró ayer en el INTI, con presencia oficial, de varias autoridades de distintos ámbitos y de la prensa) fue que no nos equivocamos.
No porque necesitáramos “lustrar el ego” y, de paso, dejar la conciencia tranquila (“¿no te lo dije…?”) simplemente, porque con esta contundente confirmación, nos ahorraremos de seguir discutiendo y dando explicaciones respecto a las condiciones de seguridad de varios modelos sobre los cuales hemos tenido que opinar.
Las pruebas y los números que las respaldan son elocuentes, tanto, como para no dejar lugar a dudas.
No obstante, haber descubierto las serias limitaciones de algunos de los vehículos más populares de la región, solo deja un camino para los responsables de los mismos: mejorar. De cómo y cuando hacerlo, como siempre, dependerá de los fabricantes, aunque ahora saben, que todos saben, de que estamos hablando cuando mencionamos la palabra seguridad.
Sin embargo, este preocupante panorama dejó entrever tendencias alentadoras.

Uno de los mejores puntajes en la Fase III del Latin NCAP, lo obtuvo el Ford Fiesta.

Las principales fueron, el sensible avance de una mayor cantidad de vehículos que alcanzaron un puntaje de seguridad de cuatro estrellas sobre un máximo de cinco por rubro (Ford new Fiesta KD, Honda City, Renault Fluence, Toyota Etios hatchback y VW Polo hatchback, estos dos últimos afectados al mercado brasileño) y dos fabricantes, Ford y VW, que confirmaron que el airbag para conductor y acompañante son equipamiento de norma en los modelos New Fiesta y Bora, respectivamente, para todos los mercados de la región.
Otro detalle positivo fue la obtención, por primera vez, de cuatro estrellas para la protección de los niños ocupantes de vehículos (Ford Fiesta y Honda City) destacándose también el sistema de retención infantil con ISOFIX y su rol fundamental en reducir la probabilidad de instalación incorrecta. Latin NCAP recomienda y alienta a los gobiernos, fabricantes y proveedores de la región a apoyar decididamente este sistema.
Como contrapartida, entre los ocho vehículos testeados en esta Fase III del Latin NCAP, hubo dos modelos que decididamente fueron reprobados.
Se trató del JAC J3 (afectado principalmente al mercado brasileño) y el Renault Sandero. Ambos obtuvieron solo una estrella en materia de seguridad, con el agravante, en el caso del JAC, de haber logrado tan pobre calificación aun a pesar de contar con doble airbag.

Algunos de los vehículos testeados en exhibición en uno de los tests del Latin NCAP.

Lo del Renault fue directamente decepcionante, ya que es un fabricante con buena reputación en Europa y que por estos lares presenta un Sandero con serios problemas estructurales y la ausencia de airbags.
Ambos fueron por lejos, los peores autos de la región en materia de seguridad en esta Fase III del Latin NCAP.
El informe que presentó la entidad, hizo hincapié en una de las máximas a tener en cuenta: los airbag no compensan una pobre resistencia estructural al choque.
Latin NCAP cree firmemente que los consumidores no deben ser confundidos por los fabricantes que se basan únicamente en la presencia de airbag para brindar una impresión de seguridad que no es real.
Esto, sin embargo, le deja al consumidor una ardua tarea por delante ante la intención de compra de un vehículo determinado, averiguar hasta que punto su estructura responde a las normas de seguridad aconsejables.

La resistencia estructural y la ausencia de airbag condenaron al Sandero.

Alejado, por razones obvias, de toda posibilidad de comprobación práctica, deberá recurrir a la información técnica y a todo lo relacionado con el modelo en cuestión para tener idea de lo que este ofrece en materia de seguridad. Como en muchas otras ocasiones, informarse es la mejor garantía.
Otro tema “preocupante” para Latin NCAP, es la conformidad de producción que los modelos deben mantener desde su aprobación original para la venta y el período restante en que se fabrican y venden en mercados de la región.
La falta de estándares de seguridad y la ausencia de laboratorios de pruebas de vehículos, les hace difícil a los gobiernos asegurarse de que todos los fabricantes mantengan la calidad de los vehículos vendidos en sus mercados.

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