Deporte MUNDIAL DE RESISTENCIA

¿GUERRA FRATICIDA?

13/11/2012. Audi no se iría de Le Mans en 2014, cuando llegará Porsche, lo que dará lugar, no solo al enfrentamiento de los dos colosos más importantes que tiene la historia de las 24 Horas, sino a la lucha entre dos marcas que pertenecen al mismo grupo VW.


Todo parecía indicar que el desembarco de Porsche en el Mundial de Resistencia 2014, Le Mans incluído, indicaba con claridad que para ese entonces Audi ya no estaría en la categoría, no solo para no enfrentar a una marca que, como ella, pertenece también al grupo VW, sino buscando especialidades que le propongan nuevos horizontes técnicos.
Sin embargo, una serie de sucesos de diverso orden, fueron alterando esa suposición.
En primer lugar, el destino de Audi, siempre estuvo apuntado a los grandes desafíos tecnológicos y en la actualidad hay pocas disciplinas que los promuevan: el recientemente creado WEC (Campeonato Mundial de Resistencia) con las legendarias 24 Horas de Le Mans incluida como la carrera más importante del mundo, la Fórmula Uno, el WRC (Campeonato Mundial de Rally) y el Dakar, “La Ultima Gran Aventura”.

Además de Audi y Porsche, en Le Mans 2014 también estará Toyota.

Cumplido su ciclo en Le Mans y el mundial de la especialidad, con la empresa-madre VW compitiendo en rally y sin el perfil de marca para una prueba como el Dakar (al menos, por ahora), solo quedaba la F.1 como destino inevitable para Audi a partir de 2014.
Pero también esta última ha entrado en una etapa de estandarización generalizada, donde la tecnología ha sido frenada en aras de la reducción de costos, y los autos se han transformado en unidades controladas y acotadas por un férreo reglamento.
Sin embargo, la F.1 seguía siendo la única opción viable para una empresa que cree en la competición como verdadero campo de desarrollo para el futuro del auto y, paralelamente, busca en el rédito deportivo parte de su bien ganado prestigio e imagen.

El máximo vencedor de las 24 Horas de Le Mans con 16 triunfos, volverá en 2014.

Pero el mentado caso de la adopción de nuevos motores para la máxima categoría mundial, no fue en los términos en que podría haber seducido a una marca como Audi acostumbrada a los grandes emprendimientos tecnológicos. Ya que este cambio se concretó en los términos de estandarización que apuntábamos: para 2014 estarán permitidos solo motores de 1.6 litros y cuatro cilindros, que utilizarán un solo turbo, quedando prohibidas las turbinas de los mismos con geometría variable. Formato que está muy lejos de las aspiraciones de una marca que, entre otras cosas, le aportó al mundo del automovilismo deportivo el ser el primer auto equipado con un motor diesel en ganar una prueba oficial de la FIA (Le Mans 2006), la inyección directa estratificada de combustible, la construcción ultraligera, la video-cámara retrovisora, el primer triunfo y el primer título de un vehículo con propulsión híbrida (Le Mans 2012 y WEC), etc, etc.
En realidad, desde que el anuncio del desembarco de Porsche en LeMans 2014 le dio lugar a toda esta serie de especulaciones, pensamos que la F.1 era la única opción viable para Audi, aunque iba a aceptar esta opción solo porque no le quedaba otro remedio…

Audi será el abanderado de los turbodiesel frente a los nafteros de turno?

Sin embargo, en las últimas horas, una nueva opción se abrió para Audi, no porque hubiese surgido alguna alternativa en las categorías elegidas, sino por obra y gracia de un enfoque diferente de los máximos responsables del grupo VW.
Unas sugestivas declaraciones del capo motorista de Audi, Ulrich Baretzky, realizadas en un ámbito profesional en Londres, indicaron que la plana mayor del grupo no vería con desagrado que Audi siguiera compitiendo en Le Mans y el WEC con toda su parafernalia tecnológica encabezada por la motorización tdi y que cuando a Porsche le llegue el turno de enfrentarla, lo haga con motores alimentados a nafta.

Porsche 917, un referente de los ?70 en Le Mans y uno de los autos más importantes de la historia.

Al parecer, según los ejecutivos, esta sería una clara demostración al mundo de las máximas posibilidades de cada tipo de motorización que, no por casualidad y con todo lo que ello implica, estarán implementadas por el mismo grupo automotriz.
Quizás esta confrontación intestina no suene todo lo lógica que suponíamos viéndolo desde el punto de vista de la empresa, pero convengamos que la apuesta es doblemente tentadora.
Porque enfrentaría a los dos máximos referentes de la carrera más importante del mundo poniendo en juego distintas alternativas tecnológicas y como si no bastara, con el agregado de Toyota; no sabemos si este enfrentamiento será coherente, pero les podemos asegurar que el deporte y sus seguidores serán los más beneficiados… y los más agradecidos.

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