Realmente, la proliferación de motores de baja cilindrada se ha convertido en casi una avalancha incontenible.
Vale apuntar que los últimos cuatro ganadores absolutos del trofeo “Motor del Año” han sido unidades 1.4 (VW, dos veces con el TFSI y Fiat, una con el Multiair) y el más reciente lo hizo con una unidad 1.0 litro (Ford Ecoboost). Es más, este último ya equipa con éxito al sedan medio-alto de la marca, el Mondeo, con su variante de 125 CV.
Sin embargo, aún flota la sensación, de que esa especie de premio “Oscar a las motorizaciones”, lo es tal cual su homónimo cinematográfico, donde a menudo se lleva el premio mayor una película que no responde a las expectativas de la mayoría cuando toma la calle.

Y lo que es peor, la opinión mayoritaria sugiere que algunas incorporaciones de motores chicos, tienen que ver, más con golpes de efecto y cuestiones de marketing exclusivamente, que con una verdadera razón de ahorro de combustible y menos emisiones contaminantes.
Y yendo todavía más allá, con un ejemplo de nuestro mercado y de estos días, les podemos asegurar que cuando la pick up VW Amarok fue presentada, uno de los mayores cuestionamientos que recibió (y que inclusive hoy sigue recibiendo) tenía que ver con la potencia lograda con su motor 2.0 litros (163 CV en aquel momento y 180 CV por estos días) “¿Qué pasará con una chata de trabajo con motor de apenas dos litros de cilindrada y tanta potencia?”.

Sin embargo, la tendencia del down sizing se acentúa día a día y, prácticamente, irrumpe en todos los segmentos con demostraciones contundentes.
Es así como uno de los ejemplos más claros al respecto tomó forma en las últimas horas, cuando Volkswagen comenzó a realizar sensibles modificaciones para los Passat, Passat Variant y CC destinados a los principales mercados europeos.
Precisamente, desde este mes de noviembre, desaparece el conocido motor 1.8 TSI de 160 CV en la gama citada y toma su lugar el pequeño y rendidor 1.4 TSI con idéntica potencia.
Con dicha adopción, amén de una menor cantidad de material procesado con el consecuente ahorro de energía, VW llevó el nivel de emisiones de los vehículos apuntados hasta 149 gr/km de CO2, manteniendo el nivel de rendimiento de 19,2 km/litro, según fábrica.

Con esta unidad se puede optar por las mismas opciones de transmisiones que se utilizaban con el motor 1.8 TSI: caja M6 o doble DSG A7 y, siempre según el fabricante, la velocidad máxima es de 220 km/h y la aceleración es de 8s5/10 para ir de 0 a 100 km/h, en ambos casos para el caso del Passat sedan.
Se nos ocurrió traer este ejemplo para marcar una fuerte tendencia y con idea de concientizar por donde va el rumbo de las cosas en el Primer Mundo y para comenzar a aplicar el cuidado ambiental con lo que tenemos más cerca, nosotros y nuestras costumbres.