Durante el otoño europeo, Robert Kubica, comenzó a volver hacia el automovilismo grande.
En esa primera etapa, participó y ganó en un par de rallies en Italia, como para ir tomándole la mano nuevamente a las reacciones de un auto de competición y, de paso, medirse físicamente.
Estos alentadores resultados, apuraron una dinámica evolución en lo que tiene que ver con el potencial de los autos que manejará.

Luego de una rápida y breve gestión, acordó con el equipo oficial Citroen de rally para competir con uno de los ejemplares del Citroen C4 WRC que supiera utilizar el mismísimo Sebastien Loeb hace algunas temporadas atrás.
El piloto polaco, contará con apoyo oficial de la marca para disputar durante este mes de noviembre el Rally di Como (Italia) y el Rally du Var (Francia), dos pruebas de cierto predicamento en el ámbito continental europeo.
En el primero, la prueba consta de una vuelta completa al lago del mismo nombre con 126 kilómetros de tramos cronometrados y se disputará del 15 al 17 de noviembre.

Esto le servirá a Kubica como preludio ideal para el Rally du Var, octava y última competencia por el campeonato francés de la especialidad sobre asfalto.
Kubica aseguró que tiene un motivo doble para estar muy ansioso: por manejar un auto de nivel mundial y porque, además, será uno de los autos preferidos del múltiple campeón mundial Loeb.