Industria Automotriz ECOLOGIA

LA OPCION GAS

12/10/2012. Las primeras conclusiones sobre la aplicación de GNC sobre una pick up Ram HD 2500 doble cabina 4x4, además de sus indudables ventajas, plantean la toma de conciencia en EE.UU sobre emisiones y economía.


En estos últimos tiempos, el desembarco de energías alternativas en uno de los mercados más importantes del mundo como lo es EE.UU, ha sido incesante.
Eléctricos, híbridos y diesel son las estrellas que, aún con ventas todavía menores, marcan una tendencia hasta hace poco tiempo insospechada en un mercado tan cerrado como conservador.
Dentro de este panorama, las terminales locales están comenzando a dar algunas señales muy marcadas como para que sean ignoradas, especialmente, porque están alineadas, más que con una preocupación, con una toma de conciencia sobre el agotamiento de las fuentes de energía no renovables.
Pero como del despilfarro a la austeridad no se puede pasar de un día para otro, al menos la historia así lo señala, surgen alternativas de diverso tipo. Así es que han comenzado a proliferar las opciones citadas de la mano, en su mayoría, de marcas orientales y europeas, salvo el caso de la opción totalmente eléctrica, que tiene a GM como puntal con su Chevrolet Volt.

Instalación del equipo de GNC sobre la Ram HD2500

Acompañando la tendencia, Chrysler, para su marca de utilitarios y pesados Ram, ofrece la alternativa de la pick up homónima versión 2500 4x4 cabina doble equipada con un sistema de Gas Natural Comprimido (GNC) para alimentar a su básico V8 Hemi 5.7 litros.
Si bien la alimentación es combinada con un tanque de combustible para gasoil (lo que convierte a esta Ram en “bi-combustible”), la pick up en cuestión está capacitada para, utilizando exclusivamente el contenido de su tanque de GNC de 260 litros, recorrer algo más de 400 km de un placentero, pero por sobre todo, económico y limpio periplo.
Claro, todo este beneficio tiene su contrapartida.
En principio, la relativamente escasa cantidad de estaciones de servicio de gas que hay en los EE.UU (unas 520) considerando su enorme territorio.
Por otra parte, la sensible reducción a la que se ve sometida la caja de carga de la Ram 2500 ante la incorporación en ese sector del equipo de GNC, que se calcula reduce su volumen de carga en un 40-50%.
Por otra parte, hay un costo inicial por lo que implica, el sistema de GNC propiamente dicho, y su instalación sobre la Ram HD 2500, que asciende a unos u$s 11.000, influyendo directamente en el valor total del vehículo.


Sin embargo, todas estas notorias y reales complicaciones, no han logrado frenar la posibilidad del GNC. Especialmente, porque han surgido opciones que amenguan su incidencia en la novedosa alternativa.
En principio, la idea generalizada de los responsables es que, en tanto y en cuanto siga proliferando este tipo de alternativa, las estaciones de servicio de GNC podrían aumentar sensiblemente su número.
Además, la opción de un depósito de GNC de 260 litros montado sobre la caja de carga, bien podría no ser la única alternativa, tanto en ubicación como en volumen.
Por otra parte, se ha estimado que sobre un recorrido anual de unos 45.000 kilómetros, el ahorro podría ascender a los u$s 4.000 por año, una cifra que plantea que, en poco menos de tres años, podría amortizarse con creces el aumento en el costo inicial del vehículo como consecuencia de la aplicación del sistema GNC.
Creo que los números son elocuentes, aunque también será muy importante la coyuntura, no solo actual, sino futura del mercado norteamericano para que la aplicación de sistemas como este y otros sea viable. Sin embargo, creo que lo verdaderamente saliente de este caso, es la tendencia y acción iniciadas de la mano de una real toma de conciencia, más que sobre el futuro del auto, sobre el futuro de la humanidad.
RD.

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