Increíble, Ford y GM unidas, algo absolutamente impensable si consideramos la gran rivalidad de ambos gigantes estadounidenses. Rivalidad que no solo tuvo como marco de enfrentamiento su propio país, sino que trascendió las fronteras (de hecho, en Argentina, donde el enfrentamiento se convirtió en un auténtico River-Boca de los autos).
Sin embargo, apareció “la madre de todas las invenciones”, la necesidad, y así se concretó una alianza no solo para equipararse, sino inclusive superar, las posibilidades que ofreció la “tercera en discordia”, Chrysler, cuando incorporó en algunos de sus vehículos la transmisión de ocho marchas ZF denominada internamente TorqueFlite 8.

Un memorando de acuerdo, en vías de aprobación entre los grandes de Detroit, dejó conocer que el proyecto, en principio, contempla el estudio, desarrollo y la realización en conjunto de una caja de nueve velocidades para sedanes de turismo que, por otra parte, sea punto de partida para la creación de una transmisión de 10 velocidades para vehículos más pesados, como pueden ser las pick ups grandes y los SUV.
No obstante, el único objetivo de Ford y GM no solo es enfrentar la popularidad y muy buena performance alcanzada por la caja ZF de ocho marchas adoptada por Chrysler, sino poner la mira en las restricciones respecto a economía de combustible que tendrán fuerza de ley en 2025, sobre todo teniendo en cuenta que una transmisión muy fraccionada ayudaría en mucho a la reducción de consumo en vehículos de gran porte.
Mas allá de la sorpresa por la inédita unión, la realidad nos muestra que hay una búsqueda por objetivos claros y que esto bien podría ser solo el comienzo de una toma de conciencia generalizada sobre el futuro de la industria automotriz. Y este solo fue el comienzo…