Si arriesgáramos alguna cifra, quizás podríamos equivocarnos apenas por uno o dos centímetros, pero no importa siquiera, la impresión visual lo hace mucho más impresionante. Es que sobre sus monoplazas de 250 cm3, los pilotos del Campeonato Europeo de Superkart, parece que fueran rozando con sus nalgas en el piso. Los antecedentes datan de los 70. Fue cuando la especialidad se afincó en Gran Bretaña bajo el sugestivo nombre de E-Production y, junto con su espectacularidad, trajo aparejada una gran cantidad de accidentes, con alta tasa de víctimas fatales.

La combinación era muy tentadora, vértigo y drama, y el soberano respondió con grandes concurrencias. También se le atrevieron pilotos de fórmulas menores y de autos de GT, pero su profesionalismo no los puso a salvo. Con una relación CV/kilo de mas de 0,50, velocidades superiores a los 240 km/h y más de 25 vehículos largando por carrera, la constante eran roces, golpes y fuera de pista a alta, muy alta, altísima velocidad. A pesar de ser una propuesta muy válida, resultó tremendamente exigente, (precisamente, es el nivel de exigencia el que logra mejores pilotos) y los E-Production fueron declarados peligrosos y se extinguieron. Sin embargo, poco tiempo atrás, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) reavivó la propuesta y lanzó el Campeonato Europeo CIK-FIA de Superkart 2012. Y desde los despojos de los E-Production, apenas si frotó la lámpara para que se materializaran…

A medio camino entre los karts que podemos ver habitualmente en cualquier carrerita de fin de semana, de los cuales toman su estructura técnica, y cualquier auto de fórmulas menores que andan por el mundo, los Superkart, sin embargo, aventajan a las dos alternativas. El desglose lo confirma. Motores bicilíndricos, dos tiempos, refrigerados por agua de 250 cm3 (similares a los Rotax, Yamaha, etc de los E-Production) y alrededor de 100 CV, régimen máximo: 13.000 rpm, caja de velocidades de seis marchas, chasis tubulares carenados, frenos de disco en las cuatro ruedas, dirección a cremallera, neumáticos de seis pulgadas, peso completo (piloto y vehículo) unos 215 kilos, velocidad máxima: unos 250 km/h, precio por unidad completa nueva, unos 22.000 Euros. Todos los participantes deben tener más de 18 años.

El próximo domingo, utilizando parte del circuito Bugatti de Le Mans, se llevará a cabo el cierre de temporada, con un piloto holandés (Marcel Maasmann) y un británico (Lee Harpham) separados por seis puntos entre si y a la caza de la corona continental. Los esperan una carrera de 25 y otra de 35 minutos que definirán al nuevo campeón europeo. Sin duda, el valor de la propuesta justificará plenamente al titular.