Ante las primeras imagines del Fiat Bravo, dos temas llaman de inmediato la atención: en primer lugar, el tiempo que tardó en llegar este vehículo que se comercializa en Europa desde 2007 y luego, lo vigente y atractivo que todavía resulta su diseño a pesar del paso de los años. Sin embargo, como estrategia, el desembarco del Bravo en octubre, llegado directamente de la planta italiana de Casino va todavía más allá, marcando la vuelta de la marca italiana a un segmento que transitó con la saga Stilo, Bravo-Brava y Marea, y donde no tenía presencia de peso desde esas gestiones.

Este agradable conjunto, sin embargo, se actualiza notoriamente desde una de las motorizaciones elegidas para el desembarco: el naftero 1.4 MultiAir con turbo de geometría variable, inyección multipunto, comando de válvulas variable, intercooler y sistema Start&Stop que desarrolla 140 CV a 5.000 rpm (algo más de 100 CV/litro) con un interesante torque de 23,4 kgm a 1.750 rpm. No se queda atrás la opción que completa la gama, el diesel Multijet 1.6: turbo de geometría variable e inyeccción directa para alcanzar 120 CV a 4.000 rpm con 30,6 kgm a 1.500 rpm de par motor. Ambas motorizaciones se acoplan a cajas de velocidades M6.

El Bravo llega en versiones Dynamic y Sport. La primera de ellas trae de serie frenos con ABS y EBD, doble airbag delantero y también control de estabilidad. En relación a esta, la variante Sport suma a esto airbag laterales (opcionales en la Dynamic). Otras opciones de seguridad para ambas configuraciones son, airbag de cortina y de rodilla para el conductor. En relación a los precios con que se presentará la gama en octubre, va desde los 141.900 (Dynamic 1.4 MultiAir) hasta los 149.000 pesos (Sport Multijet 1.6). En todos los casos, la garantía es de tres años o 100.000 kilómetros.